Según el último balance oficial, entre mediados de 2005 y 2006 Brasil perdió 14.039 kilómetros cuadrados de selva; prácticamente la misma superficie que la provincia de Sevilla. La buena noticia es que esta enorme área es un 25% inferior a la que se perdió en 2004/05.
Estos datos han llevado al presidente del país, Ignacio Lula da Silva, a manifestar su esperanza de que el progreso de la agricultura no sea incompatible con el respeto a la Naturaleza. "Tenemos posibilidad de aumentar nuestra agricultura sin invadir la Amazonía. Es necesario aumentar la producción sin destruir más de lo que ya fue devastado. Tenemos áreas enormes ya degradadas que pueden ser utilizadas para el plantío sin necesidad de invadir áreas que necesitamos preservar", afirmó.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, explicó que en 2004/05 se perdieron 18.793 kilómetros cuadrados de selva tropical. A largo plazo, el proceso es más rotundo. En 2003/04 fueron 27.000 kilómetros cuadrados, una cifra similar a la del máximo alcanzado en 1994/95, cuando se destruyeron 29.000 kilómetros cuadrados.
No obstante, el resultado es un tanto decepcionante pues el Gobierno se había propuesto que la destrucción no superase los 13.100 kilómetros cuadrados. Además, hubo un aumento del 24% de la deforestación en las Áreas de Protección Ambiental.
El nuevo cálculo es más preciso que los anteriores gracias al empleo de satélites con mejor resolución, que captan zonas deforestadas de pequeñas dimensiones. Con todo, el director del Instituto Nacional de Investigación Espacial, Gilberto Cámara, explicó que los sistemas actuales de monitorización "no consiguen ver" áreas menores de 25 hectáreas y que "ven mal" las comprendidas entre 25 y 50 hectáreas.
Esto es relevante porque según explicó el secretario de Biodiversidad y Bosques, Joao Paulo Capobianco, hay una "tendencia al crecimiento de las áreas desforestadas de pequeño tamaño", lo que exigirá la mejora de los equipos de vigilancia.
Sólo en los Estados de Amazonia y Roraima hubo un aumento de la deforestación. Greenpeace ha alertado sobre los nuevos peligros que se ciernen sobre la selva, y en particular el incremento del cultivo de soja.
Sólo en los Estados de Amazonia y Roraima hubo un aumento de la deforestación. Greenpeace ha alertado sobre los nuevos peligros que se ciernen sobre la selva, y en particular el incremento del cultivo de soja.
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