viernes, 15 de enero de 2010

Reloj de sol

Luis Balbuena, comisario de la exposición 'Relojes de sol' que alberga el ex convento de Santo Domingo, en el municipio tinerfeño de La Laguna, ha pedido que los dos relojes de sol más antiguos del archipiélago canario situados en Santa Cruz de La Palma (La Palma) y Tinajo (Lanzarote) sean declarados por su antigüedad Bien de Interés Cultural (BIC).

En concreto, Balbuena explicó que el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma sí ha respondido a su escrito de petición de BIC, mientras que el de Tinajo aún no lo ha hecho.

El reloj de sol más antiguo de Canarias es el situado en la iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves, en Santa Cruz de La Palma, de autor desconocido y fechado en 1740, de tipo vertical declinante y realizado en madera pintada con un indicador de hierro que marca sólo las horas de la mañana y como detalle especial tiene unas flores de lis pintadas en blanco que marcan las medias horas.

El caso del reloj de sol localizado en el techo de la iglesia de Tinajo, en Lanzarote, es bastante curioso ya que a pesar de estar realizado en madera se mantiene en perfectas condiciones después de más de 150 años de vida, indicó Balbuena, quien añadió que es obra de F.R. Fernández y data de 1851, y según el archivo de Tarquis la 'hechura' de este artilugio se encargó por 90 reales.

La idea de la exposición se materializó gracias al patrocinio del Colegio de Ingenieros de Canarias, mientras que la finalidad de este tipo de relojes era decorativa, explicó Luis Balbuena, siendo el caso más significativo el de San Agustín, en Gran Canaria, que es una magnífica escultura.

El profesor de Matemáticas participó en el diseño y confección del reloj de sol del Instituto de Enseñanza Secundaria Viera y Clavijo, en La Laguna, junto a Dolores de la Cova, Luis Cutillas y un grupo de alumnos en el año 1996.

Este aparato, explicó, de tipo analemático está incrustado en el suelo de la plaza del IES, y en su forma de ocho están grabados los meses del año y también cada quincena, siendo su particularidad la de carecer de gnomon o marcador con el fin de que los alumnos utilicen su brazo para ello.

Además, existen instrucciones para leer la hora solar y hacer su conversión a la hora convencional.

La muestra reproduce el entorno de los relojes de sol más significativos del archipiélago, explica las formas y clases de los distintos aparatos para medir el tiempo, y recoge en distintos paneles la importancia de los relojes de sol en la literatura y pintura, incluso en las banderas de 18 países y en los refranes populares.

Fuera de las islas, la reproducción más significativa es la de Tutmosis III, a escala 1:1, un instrumento diseñado para medir el tiempo por los antiguos faraones egipcios mediante la posición del sol en su recorrido.

En el panel dedicado a la literatura se mencionan los libros de relojes de sol de Alfonso X el Sabio, el libro de Los Reyes II, o el 'Poema a una nariz' de Francisco de Quevedo a su adversario Luis de Góngora, en el que se ensaña con el desproporcionado apéndice nasal del poeta cordobés al decir de él que "era un reloj de sol mal encarado".

Esta exposición se complementa con una pequeña muestra de libros antiguos sobre relojes de sol como es el caso del ejemplar de Pedro Roig, del año 1575.

Además, y como actividad complementaria, Luis Balbuena ha organizado una serie de talleres en los que enseña a los alumnos a realizar un reloj de sol de forma vertical y ecuatorial.
La exposición de carácter itinerante permanecerá abierta hasta el próximo domingo, 9 de marzo, en La Laguna, y luego se trasladará a Santa Cruz de La Palma, Los Realejos (Tenerife), y por último, en octubre irá a Lanzarote.

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