Extremadura exporta el 60% de su producción de cerdos ibéricos. Cada año se sacrifican del orden de 650.000 cerdos sobre un volumen de casi 1,7 millones. La industria extremeña ha admitido que no tiene capacidad de absorber la producción de porcino ibérico de la región, y más en unos años donde la cría ha crecido mucho.
A pesar de la entrada en vigor del nuevo decreto sobre calidad del ibérico, la iniciativa del Ministerio de Agricultura no afectará a las exportaciones de porcino extremeño, dado que el mercado al que se dirige es fundamentalmente regiones con dehesas -- Castilla y León (Guijuelo) y Andalucía (Jabugo) y que podrán seguir utilizando el sello diferenciador para las diferentes modalidades de ibérico.
En Extremadura, unas doce mil explotaciones crían porcino ibérico actualmente, la comunidad autónoma con mayor capacidad de producción de ibérico al contar sus dehesas con cerca de 150.000 madres reproductoras, lo que permite criar alrededor de 1,7 millones de animales cada año en la región.
El sector porcino representa un seis por ciento de la producción final agraria de Extremadura, porcentaje que, según las previsiones de la Junta, puede incrementarse notablemente, porque los cerdos que se sacrifican dentro de la región ronda el 40%.
Con el proyecto de Agricultura, se podrá producir jamón ibérico en toda España, siempre que procedan de cerdos de raza ibérica, aunque otra cosa es que puedan etiquetarse como de bellota o criados en montanera, algo que solo se podrá hacer en las zonas de dehesa.
Bajo estas exigencias, casi la totalidad de municipios de la región quedará bajo el amparo de la nueva normativa del ibérico. Solo dos localidades pacenses, Valdelacalzada y Puebla de la Calzada, no reúnen las condiciones que marca el decreto, que exige que la cría del animal se haga en zona de dehesa, con un mínimo de 10 árboles por hectárea (ya sea encina, alcornoque o quejigo) y que además den frutos.
Dos municipios excluidos
El anuncio no parece alarmar, sin embargo, a los municipios afectados y que no podrían producir cerdos ibéricos. Al menos, en este sentido se manifiestan los alcaldes de estas localidades, que no consideran que haber quedado excluidos de la relación de municipios con dehesas aptas para la alimentación de este tipo de animales vaya a perjudicarles económicamente.
"Sabemos que nuestro futuro no pasa por criar cerdos ibéricos, sino por cultivar frutales, tomate o maíz, ya que esta es una zona de regadío, fundamentalmente", explica el edil de Valdelacalzada, Pedro Noriega. En el mismo sentido se manifiesta la alcaldesa de Puebla de la Calzada, Adela Cupido, que indica que en esta localidad "como mucho habrá una o dos explotaciones porcinas que, en todo caso, son de crianza intensiva".
Para Cupido, al predominio del regadío en este área se une la reducida extensión del término municipal de Puebla de la Calzada, que también explicaría, a su juicio, su exclusión de la relación de municipios con dehesas aptas para la alimentación del cerdo ibérico que maneja Agricultura.
Igualmente, Noriega reconoce que "quienes hayan elaborado esa lista han acertado, por lo que no tenemos nada que objetar", aunque no descarta informarse acerca de qué supondrá concretamente la nueva norma, "por si hubiera que pedir algún tipo de compensación".
Lo cierto es que, en general, los productores extremeños parecen conformes con el anteproyecto que, a su juicio, mejora la regulación de la crianza del cerdo ibérico y la información que recibe el consumidor.
Otra cuestión es el coste que esto suponga para la industria, cuya postura hacia la nueva norma no resulta tan favorable.
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