En Zamora existió una prisión que durante el régimen franquista fue elegida para que los sacerdotes y religiosos que fuesen condenados por algún tipo delito pasasen en ella su periodo carcelario. La cárcel era un pabellón de la antigua prisión provincial, habilitado expresamente para tal función y separado del resto de pabellones, donde vivían otros presos, tanto comunes como políticos. En total, pasaron por Zamora alrededor de un centenar de curas o religioso, la mayoría de ellos condenados por motivos políticos y sindicales. Hubo muchos religiosos y curas vascos, aunque también los había procedentes de Madrid, como Mariano Gamo, cura de Nuestra Señora de Moratalaz, y el jesuita obrero Francisco García Salve, fundador del sindicato Comisiones Obreras; de Barcelona (Francisco Botey y Lluís Maria Xirinacs); y de otras regiones, como Galicia (Vicente Couco, de la parroquia de Santa Marina del Ferrol) y Asturias (el cura minero Carlos García Huelga)
martes, 14 de junio de 2011
S/C de La Palma. Primer Ayuntamiento Democrático
Santa Cruz de La Palma es un municipio español, capital de la isla de La Palma y adscrito y perteneciente administrativamente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Canarias). Fue fundada el 3 de mayo de 1493 con el nombre de Villa de Apurón sobre una playa situada en una bahía que hacía de puerto natural. Posteriormente, y ya como Santa Cruz de La Palma, el rey Felipe II le concedería el título de Muy Noble y Leal. En su término municipal se encuentra el Real Santuario de Nuestra Señora la Virgen de las Nieves (Patrona de La Palma).
Casa de los Coroneles en Fuerteventura
La Casa de los Coroneles se encuentra situada en La Oliva, destacando sobremanera por sus magnitudes arquitectónicas y por el significado histórico en el ámbito socio-económico de la Isla de Fuerteventura. Está ubicada en medio de un vasto llano que limitan el lomo del Pájaro, la Montaña del frontón, la Montaña de Escanfraga , y el Volcán de la Arena, origen del malpais de mismo nombre. En concreto al sur del núcleo urbano de La Oliva, con la Montaña del Frontón al fondo; el entorno de las edificaciones es completamente llano, surcado tan sólo por los caños que conducen el agua a las diferentes zonas de cultivo, las paredes de piedra de los cercados, y las serventias y viales.
RESEÑA HISTORICA
La Conquista de Fuerteventura finalizó en 1403, y Betancuria, lugar recóndito, escondido en un valle que previene de los ataques piráticos y razzias de los vecinos del continente africano, fue el lugar escogido para capital, y desde ella se Gobierna La Isla. Fundada la capital, Pájara, al sur de Betancuria, y La Oliva, al Norte, formaran la primigenia espina dorsal de Fuerteventura.
La creación de las milicias de Fuerteventura en 1708, conlleva el nombramiento de la figura del Coronel, que pasará de residir en Betancuria a La Oliva. La Corona, los reyes castellanos, comienzan a aunar esfuerzos que equilibre el poder de los Señores. La familia Arias de Saavedra, que hereda de generación en generación, el Señorío de Fuerteventura, no reside en La Isla; se han establecido en Tenerife y cada vez son menos frecuentes las visitas. En este marco, el poder militar, que también está en manos del Señor de la Isla, pasa, poco a poco, a los Coroneles. El primer Coronel de las Milicias fue D. Pedro Sánchez de Dumpierrez.
A partir del siglo XVIII, los Coroneles no sólo ostentarán el poder militar, sino que pasará a sus manos el poder civil, nombrando o destituyendo los cargos del Cabildo, convirtiéndose en los verdaderos terratenientes. El nombramiento de Coronel se convierte en vitalicio y hereditario.
A lo largo del siglo XIX, las nuevas coyunturas económicas, políticas y sociales, marcan el lento deterioro del poder militar en Fuerteventura, Poblaciones de nueva planta como Puerto Cabras y Antigua van adquiriendo importancia como núcleos poblacionales. Los Coroneles perderán el poder político-militar, no así el económico, que mantendrán aún después de la desaparición del cargo.
RESEÑA HISTORICA
La Conquista de Fuerteventura finalizó en 1403, y Betancuria, lugar recóndito, escondido en un valle que previene de los ataques piráticos y razzias de los vecinos del continente africano, fue el lugar escogido para capital, y desde ella se Gobierna La Isla. Fundada la capital, Pájara, al sur de Betancuria, y La Oliva, al Norte, formaran la primigenia espina dorsal de Fuerteventura.
La creación de las milicias de Fuerteventura en 1708, conlleva el nombramiento de la figura del Coronel, que pasará de residir en Betancuria a La Oliva. La Corona, los reyes castellanos, comienzan a aunar esfuerzos que equilibre el poder de los Señores. La familia Arias de Saavedra, que hereda de generación en generación, el Señorío de Fuerteventura, no reside en La Isla; se han establecido en Tenerife y cada vez son menos frecuentes las visitas. En este marco, el poder militar, que también está en manos del Señor de la Isla, pasa, poco a poco, a los Coroneles. El primer Coronel de las Milicias fue D. Pedro Sánchez de Dumpierrez.
A partir del siglo XVIII, los Coroneles no sólo ostentarán el poder militar, sino que pasará a sus manos el poder civil, nombrando o destituyendo los cargos del Cabildo, convirtiéndose en los verdaderos terratenientes. El nombramiento de Coronel se convierte en vitalicio y hereditario.
A lo largo del siglo XIX, las nuevas coyunturas económicas, políticas y sociales, marcan el lento deterioro del poder militar en Fuerteventura, Poblaciones de nueva planta como Puerto Cabras y Antigua van adquiriendo importancia como núcleos poblacionales. Los Coroneles perderán el poder político-militar, no así el económico, que mantendrán aún después de la desaparición del cargo.
César Manrique
César Manrique Cabrera fue un pintor, escultor, arquitecto y artista español originario de la isla de Lanzarote. Compaginó su obra con la defensa de los valores medioambientales de Canarias. Buscó la armonía entre el arte y la naturaleza como espacio creativo. Obtuvo, entre otros, el Premio Mundial de Ecología y Turismo y el Premio Europa Nostra.
lunes, 23 de mayo de 2011
Murcia (Lorca)
El terremoto de Lorca del 11 de mayo de 2011 sacudió principalmente a la localidad de Lorca, en la Región de Murcia, España, a las 18:47 hora local (16:47 UTC).Sus efectos se sintieron en toda la Región de Murcia. Tuvo una magnitud de 5,1 grados en la escala de magnitud de momento;fue precedido por un sismo premonitorio de 4,5 sucedido a las 17:05 hora local de ese mismo día. El movimiento sísmico fue sentido también en las provincias de Almería, Albacete, Granada, Jaén, Málaga, Alicante, Ciudad Real y algunas zonas de la ciudad de Madrid, donde el tipo de suelo amplifica los movimientos en ciertos barrios.
jueves, 5 de mayo de 2011
Marcha Verde
Marruecos envió a unos 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir el por entonces territorio español, de modo que apoyasen y legitimasen la anexión, organizada por el rey Hassán II, durante la crisis política de España en los últimos meses del franquismo.
Todo vino a raíz de la resolución 3458 B del 10 de diciembre de 1975 de las Naciones Unidas, que ratificaba los planes de la ONU del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. El rey Hassán autorizó la marcha por la parte norte del Sáhara Occidental como medida de presión nacional e internacional sobre España, además de desplegar por la parte sur diversas acciones militares.
Marchas del 7 de noviembre (en verde) y acción militar del 31 de octubre (en rojo)El ejército español minó y señaló claramente la zona fronteriza a la que se dirigía la marcha, desplegándose a continuación inmediatamente detrás. Hasta que no se produjeron los Acuerdos de Madrid, la Marcha Verde permaneció estacionada a unos cientos de metros de los campos de minas, controlada por la policía marroquí que se empleaba contundentemente cuando movimientos espontáneos de civiles se dirigían hacia las tropas españolas[cita requerida].
Una semana después y en medio de la agonía del general Franco, con los acuerdos tripartitos de Madrid, cedía la administración del tercio sur del territorio saharaui a Mauritania y los dos tercios septentrionales a Marruecos. La operación fue vendida a la opinión pública europea, que seguía los medios de comunicación de la época, como una invasión pacífica de pobladores autóctonos (que diferían bastante en usos, ritos y costumbres con los naturales), a pesar de que paralelamente y más al este se producía la invasión militar del territorio.
Actualmente la situación sigue sin resolverse. Hay un plan especial todavía de la ONU, la MINURSO, para asegurar un futuro referéndum para la autodeterminación, y aunque Mauritania abandonó la parte sur después de las continuas derrotas militares por incursiones de la organización independentista saharaui Frente Polisario, el Sahara Occidental continúa dividido y militarizado en la mayor parte bajo gobierno marroquí, que también ocupó militarmente la inmensa mayoría de la zona sur abandonada por Mauritania (salvo una parte en torno a cabo Blanco para resguardar la capital Nuakchot).
Todo vino a raíz de la resolución 3458 B del 10 de diciembre de 1975 de las Naciones Unidas, que ratificaba los planes de la ONU del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. El rey Hassán autorizó la marcha por la parte norte del Sáhara Occidental como medida de presión nacional e internacional sobre España, además de desplegar por la parte sur diversas acciones militares.
Marchas del 7 de noviembre (en verde) y acción militar del 31 de octubre (en rojo)El ejército español minó y señaló claramente la zona fronteriza a la que se dirigía la marcha, desplegándose a continuación inmediatamente detrás. Hasta que no se produjeron los Acuerdos de Madrid, la Marcha Verde permaneció estacionada a unos cientos de metros de los campos de minas, controlada por la policía marroquí que se empleaba contundentemente cuando movimientos espontáneos de civiles se dirigían hacia las tropas españolas[cita requerida].
Una semana después y en medio de la agonía del general Franco, con los acuerdos tripartitos de Madrid, cedía la administración del tercio sur del territorio saharaui a Mauritania y los dos tercios septentrionales a Marruecos. La operación fue vendida a la opinión pública europea, que seguía los medios de comunicación de la época, como una invasión pacífica de pobladores autóctonos (que diferían bastante en usos, ritos y costumbres con los naturales), a pesar de que paralelamente y más al este se producía la invasión militar del territorio.
Actualmente la situación sigue sin resolverse. Hay un plan especial todavía de la ONU, la MINURSO, para asegurar un futuro referéndum para la autodeterminación, y aunque Mauritania abandonó la parte sur después de las continuas derrotas militares por incursiones de la organización independentista saharaui Frente Polisario, el Sahara Occidental continúa dividido y militarizado en la mayor parte bajo gobierno marroquí, que también ocupó militarmente la inmensa mayoría de la zona sur abandonada por Mauritania (salvo una parte en torno a cabo Blanco para resguardar la capital Nuakchot).
Guerra de Ifni
La Guerra de Ifni enfrentó a fuerzas españolas con marroquíes en la pretensión por parte de estas últimas de controlar el territorio de Ifni y Tarfaya, por entonces bajo administración española como parte de sus posesiones en el Sáhara Occidental, al norte de África, entre octubre de 1957 y abril de 1958 y que culminó con el abortado asedio de la ciudad de Sidi Ifni. Diez años después el gobierno de España de Francisco Franco, en acuerdo de 12 de octubre de 1968 otorgaría la retrocesión de Ifni a Marruecos. La bandera española se arrió de Sidi Ifni el 30 de junio de 1969.
Esta guerra tuvo lugar en el contexto del proceso de descolonización de África durante la segunda mitad del siglo XX. La guerra fue dirigida fundamentalmente por elementos del Ejército de Liberación Marroquí, la antigua fuerza de liberación que luchó por la independencia contra los franceses, liderados por el dirigente del Istiqlal, Ben Hammu. Una vez obtenida la independencia, mientras que aproximadamente la mitad de los miembros del ejército de liberación se constituían en el Ejército Real Marroquí, el resto se dirigió al sur a conquistar las posesiones españolas en el norte de África. Los grupos armados marroquíes operaban por todo el territorio del Sahara, incluido el ocupado aún por Francia al este (hoy Argelia) y al sur (hoy Mauritania).
Esta guerra tuvo lugar en el contexto del proceso de descolonización de África durante la segunda mitad del siglo XX. La guerra fue dirigida fundamentalmente por elementos del Ejército de Liberación Marroquí, la antigua fuerza de liberación que luchó por la independencia contra los franceses, liderados por el dirigente del Istiqlal, Ben Hammu. Una vez obtenida la independencia, mientras que aproximadamente la mitad de los miembros del ejército de liberación se constituían en el Ejército Real Marroquí, el resto se dirigió al sur a conquistar las posesiones españolas en el norte de África. Los grupos armados marroquíes operaban por todo el territorio del Sahara, incluido el ocupado aún por Francia al este (hoy Argelia) y al sur (hoy Mauritania).
lunes, 4 de abril de 2011
Juegos Olimpicos de 1936
Dr. Carl Ludwig "Lu(t)z" Long (27 de abril de 1913, Leipzig - 13 de julio de 1943, San Pietro Clarenza) fue un atleta olímpico alemán, ganador de la medalla de plata en los Juegos de Berlín'36. Sin embargo, es más recordado por haber aconsejado a su rival Jesse Owens, que acabaría logrando la medalla de oro gracias a la ayuda de Long. En recompensa por su espíritu deportivo, se le concedió la medalla Pierre de Coubertin a título póstumo. Días después de luchar en la invasión aliada de Sicilia para el ejército nazi, murió en un hospital militar controlado por las fuerzas británicas. El régimen nazi utilizó los Juegos Olímpicos de Berlín como propaganda, intentando demostrar la superioridad de la raza aria. Para ello, el Tercer Reich tenía grandes esperanzas en sus deportistas, incluyendo a Long, medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Atletismo celebrado en Turín dos años antes en salto de longitud, con 7,25m. Además de ser el segundo mejor del mundo en esta especialidad (sólo superado por el afroamericano Owens), era blanco, rubio, de ojos azules y alto (1,84m). Es decir, era el ejemplo de atleta ario que habría de imponerse a razas catalogadas como inferiores por Hitler. La clasificación para la final de esta prueba comenzó el 4 de agosto con un récord olímpico de Long, mientras que Owens, que acababa de ganar la medalla de oro en los 100m lisos, hizo nulo en sus dos primeros intentos, quedándole sólo una oportunidad para no ser eliminado. Probablemente, los jueces de la organización fueron presionados por el régimen nazi para dar por inválidos los saltos del atleta estadounidense, queriendo evitar que un negro ganase también en esa prueba. A pesar de ser su rival, en ese momento Long se acercó a Owens y le aconsejó que calculase el salto desde varios centímetros antes de la tabla de batida, evitando así realizar un tercer nulo que le hubiese valido la eliminación, dado que él solía saltar bastante más de los 7,15m requeridos para avanzar. Owens, haciéndole caso, no arriesgó tanto como en sus dos primeros intentos y se clasificó sin problemas. En la final, celebrada al día siguiente, Long hizo una marca personal de 7,87m, siendo superado por los 8,06 de Owens, que batía así el récord olímpico y se llevaba la medalla de oro. Lutz Long, desafiando de nuevo al régimen nazi, fue el primero en felicitar al campeón y posó junto a él para los fotógrafos. El podio fue completado por el japonés Naoto Tajima. Dos días después, el alemán acababa décimo en la prueba de triple salto, con 14,62m.
jueves, 24 de marzo de 2011
Alfonso XIII
En 1909 la empresa Hispano-Suiza ya poseía cierta experiencia en la construcción de automóviles deportivos, por lo que decidió apostar por una mayor calidad en la construcción de sus modelos. El entonces rey de España, Alfonso XIII, gran amante de los automóviles, y que era un cliente importante de la fábrica de la empresa en Barcelona, instituyó la Copa de Cataluña. La primera y segunda edición de este evento, obtuvieron resultados negativos para los vehículos de Hispano-Suiza diseñados por Marc Birkigt, ya que estas ediciones fueron ganadas por modelos de la francesa Peugeot.
Bomba atómica
La bomba atómica fue desarrollada por Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, y es el único país que ha hecho uso de ella. (En 1945, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki).
Su procedimiento se basa en la escisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, provocan una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda hace falta usar núcleos fisibles o fisionables como el uranio-235 o el plutonio-239. Según el mecanismo y el material usado se conocen dos métodos distintos para generar una explosión nuclear: el de la bomba de uranio y el de la de plutonio.
En este caso, a una masa de uranio llamada subcrítica se le añade una cantidad del mismo elemento químico para conseguir una masa crítica que comienza a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros elementos que potencian (le dan más fuerza) la creación de neutrones libres que aceleran la reacción en cadena, provocando la destrucción de un área determinada por la onda de choque desencadenada por la liberación de neutrones.
Su procedimiento se basa en la escisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, provocan una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda hace falta usar núcleos fisibles o fisionables como el uranio-235 o el plutonio-239. Según el mecanismo y el material usado se conocen dos métodos distintos para generar una explosión nuclear: el de la bomba de uranio y el de la de plutonio.
En este caso, a una masa de uranio llamada subcrítica se le añade una cantidad del mismo elemento químico para conseguir una masa crítica que comienza a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros elementos que potencian (le dan más fuerza) la creación de neutrones libres que aceleran la reacción en cadena, provocando la destrucción de un área determinada por la onda de choque desencadenada por la liberación de neutrones.
martes, 22 de marzo de 2011
Rasputín
Grigori Yefímovich Rasputín, fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la Dinastía Romanov. Aunque tradicionalmente en español es más conocido como Rasputín, la pronunciación en ruso, es Raspútin. También fue conocido como «el Monje Loco».
En su lugar de origen pretendía darse una apariencia de Jesucristo y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual y gracias a una amiga de la zarina llamada Anna Výrubova, en 1905 fue llamado al palacio de los zares para curar la grave enfermedad de su hijo único Alexis Nikoláyevich, que padecía de hemofilia. El zarevich efectivamente mejoró —algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis— y la familia Romanov, especialmente la zarina Alejandra, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
En su lugar de origen pretendía darse una apariencia de Jesucristo y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual y gracias a una amiga de la zarina llamada Anna Výrubova, en 1905 fue llamado al palacio de los zares para curar la grave enfermedad de su hijo único Alexis Nikoláyevich, que padecía de hemofilia. El zarevich efectivamente mejoró —algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis— y la familia Romanov, especialmente la zarina Alejandra, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
sábado, 19 de marzo de 2011
La Barraca
La Barraca fue un grupo de teatro universitario dirigido por Federico García Lorca. Su nacimiento tuvo lugar al comienzo de la Segunda República y estaba enmarcado dentro del proyecto gubernamental de las Misiones Pedagógicas, pretendiendo llevar el teatro clásico español a zonas con poca actividad cultural de la península ibérica.
Es la época donde se solapa la Generación del 27 en pleno florecimiento, con el Novecentismo de José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez y José Bergamín. Algunos de estos intelectuales, como Gregorio Marañón, Ortega y Gasset y Ramón Pérez de Ayala, habían fundado antes de la institución del sistema republicano, la Agrupación al Servicio de la República, causa a la que se unen numerosos pensadores y creadores, y que es apoyada por el Ministerio de Cultura e Información Pública, creado en 1931 por la también nueva república.
La Compañía Universitaria de teatro La Barraca fue creada durante la II República Española; sistema político instaurado el 14 de abril de 1931, tras el abandono de sus funciones del rey Alfonso XII. El interés del nuevo gobierno por modernizar el país y vertebrar el sistema educativo español, propiciaron el inicio de las andaduras de la barraca en julio de 1932.
Es la época donde se solapa la Generación del 27 en pleno florecimiento, con el Novecentismo de José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez y José Bergamín. Algunos de estos intelectuales, como Gregorio Marañón, Ortega y Gasset y Ramón Pérez de Ayala, habían fundado antes de la institución del sistema republicano, la Agrupación al Servicio de la República, causa a la que se unen numerosos pensadores y creadores, y que es apoyada por el Ministerio de Cultura e Información Pública, creado en 1931 por la también nueva república.
La Compañía Universitaria de teatro La Barraca fue creada durante la II República Española; sistema político instaurado el 14 de abril de 1931, tras el abandono de sus funciones del rey Alfonso XII. El interés del nuevo gobierno por modernizar el país y vertebrar el sistema educativo español, propiciaron el inicio de las andaduras de la barraca en julio de 1932.
jueves, 17 de marzo de 2011
Batalla del Ebro
La batalla del Ebro fue la mayor de cuantas se libraron en la Guerra Civil Española, pero también la más sangrienta y larga de toda la guerra. Tuvo lugar en el cauce bajo del valle del Ebro, entre la zona occidental de la provincia de Tarragona (Terra Alta) y en la zona oriental de la provincia de Zaragoza (Mequinenza) y se desarrolló durante los meses de julio a noviembre de 1938. Constituyó el enfrentamiento decisivo de la guerra ya que en ella se decidió el derrotero de la Guerra Civil Española, en un contexto europeo inmerso en la Crisis de los Sudetes que parecía a punto de estallar la guerra en la que quedaría unida la guerra de España. Aunque ejércitos republicanos lograron obtener una importante victoria inicial, tras la sangría en hombres y material del Ejército Popular de la República fue imposible evitar la derrota final del Bando republicano y después de 4 meses de lucha las tropas republicanas volvieron a cruzar el río Ebro. Después de esta importante derrota, quedó marcado el destino de la II República Española.
Revolución de 1934
La Revolución de 1934 o huelga general revolucionaria en España de 1934, fue un movimiento huelguístico, revolucionario que se produjo, entre los días 5 y 19 de octubre de 1934, durante el bienio radical-cedista de la II República. Este movimiento estuvo alentado desde amplios sectores e importantes dirigentes del PSOE y la UGT, como Largo Caballero o Indalecio Prieto[cita requerida] y de forma desigual por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Comunista de España (PCE).
Los principales focos de la rebelión se produjeron en Cataluña y en Asturias, aunque los sucesos más graves tuvieron lugar en esta última región.
Tras las elecciones generales de 1933, los radicales forman un gobierno monocolor minoritario liderado por Alejandro Lerroux, y apoyado en las Cortes por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Este último partido, de ideología clerical conservadora y antirrepublicana, al ser el partido más votado, se había convertido en la principal minoría de la Cámara.
En octubre de 1934, la CEDA retira su confianza al gobierno centrista de los radicales de Lerroux y exige participar en el mismo. El presidente de la República Alcalá-Zamora, a pesar de los temores que le inspiraba la doctrina de Gil-Robles sobre el accidentalismo de las formas de gobierno, decide indicar a Lerroux que se incluyan tres ministros de la CEDA en el Gabinete.
Sin embargo, este nombramiento no es aceptado por los partidos de izquierda, especialmente el PSOE, que esperaban una convocatoria anticipada de elecciones generales.
En las elecciones anteriores el PSOE habiendo obtenido 1.627.472 votos obtuvo 58 escaños, mientras que los radicales, con 806.340 votos obtenían 104 escaños, resultando que de los 8.535.200 votos emitidos, 3.365.700 fueron para partidos de derechas, 2.051.500 para partidos de centro y 3.118.000 para los partidos de izquierda.[1] Esta diferencia se debió a la modificación de la legislación electoral, realizada en 1933 con el apoyo de los partidos entonces mayoritarios, entre ellos el propio PSOE.
La Revolución de AsturiasArtículo principal: Revolución de Asturias de 1934
En Asturias la CNT mantenía una postura más proclive a la formación de alianzas obreras que en otras zonas de España. De esta manera esta organización y la UGT habían firmado en marzo un pacto con el que estuvo de acuerdo la FSA, federación del PSOE en Asturias, fraguando la alianza obrera plasmada en la UHP surgida el mes anterior. A La UHP se le irían uniendo otras organizaciones obreras como el BOC, la Izquierda Comunista y finalmente el PCE.
Los mineros disponían de armas y dinamita y la revolución estaba muy bien organizada. Se proclama en Oviedo la República Socialista Asturiana y se ataca a los puestos de la Guardia Civil, las iglesias, los ayuntamientos, etc., estando a los tres días casi toda Asturias en manos de los mineros, incluidas las fábricas de armas de Trubia y La Vega. A los diez días, unos 30.000 trabajadores forman el Ejército Rojo. Hubo actos de pillaje y violencia no achacables a la organización revolucionaria. Pero la represión fue muy dura donde los revolucionarios encontraron resistencia. Desde el gobierno consideran que la revuelta es una guerra civil en toda regla, aún desconociendo que los mineros empiezan a considerar en Mieres la posibilidad de una marcha sobre Madrid.
El gobierno adopta una serie de medidas enérgicas. Ante la petición de Gil-Robles comunicando a Lerroux que no se fía del jefe de Estado Mayor, general Masquelet, los generales Goded y Franco (que tenía experiencia al haber participado en la represión de la huelga general de 1917 en Asturias) son llamados para que dirijan la represión de la rebelión desde el Estado Mayor en Madrid. Estos recomiendan que se traigan tropas de la Legión y de Regulares desde Marruecos. El gobierno acepta su propuesta y el radical Diego Hidalgo, ministro de la Guerra, justifica formalmente el empleo de estas fuerzas mercenarias, en el hecho de que le preocupaba la alternativa de que jóvenes reclutas peninsulares murieran en el enfrentamiento, por lo que la solución adoptada le parece muy aceptable.
Durante la revolución de 1934 la ciudad de Oviedo quedó asolada en buena parte, resultan incendiados, entre otros edificios, el de la Universidad, cuya biblioteca guardaba fondos bibliográficos de extraordinario valor que no se pudieron recuperar, o el teatro Campoamor. También fue dinamitada La Cámara Santa en la Catedral, donde desaparecieron importantes reliquias llevadas a Oviedo, cuando era corte, desde el Sur de España.
El general Eduardo López Ochoa, comandando las fuerzas militares gubernamentales, se dirigió a apoyar a las tropas sitiadas en Oviedo, y el coronel Juan Yagüe con sus legionarios y con apoyo de la aviación. La represión posterior fue muy dura.
En Langreo y en el barrio de El Llano de Gijón se llegaron a dar breves experiencias de comunismo libertario:
En el resto de España hubo algunos incidentes reprimidos rápidamente por las fuerzas del orden republicanas.
Se estima que en los 15 días de revolución hubo en toda España entre 1.500 y 2.000 muertos (aunque algunos autores hablan de 1.000 o de 4.000) de los que unos 320 eran guardias civiles, soldados, guardias de asalto y carabineros y unos 35 sacerdotes. La ciudad de Oviedo quedó prácticamente destruida. Y se estima que en toda España fueron detenidas y sometidas a juicio entre 15.000 y 30.000 personas que participaron la revolución. Los datos son difíciles de comprobar debido a la fuerte censura que se aplicó sobre esta revolución.
Los principales focos de la rebelión se produjeron en Cataluña y en Asturias, aunque los sucesos más graves tuvieron lugar en esta última región.
Tras las elecciones generales de 1933, los radicales forman un gobierno monocolor minoritario liderado por Alejandro Lerroux, y apoyado en las Cortes por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Este último partido, de ideología clerical conservadora y antirrepublicana, al ser el partido más votado, se había convertido en la principal minoría de la Cámara.
En octubre de 1934, la CEDA retira su confianza al gobierno centrista de los radicales de Lerroux y exige participar en el mismo. El presidente de la República Alcalá-Zamora, a pesar de los temores que le inspiraba la doctrina de Gil-Robles sobre el accidentalismo de las formas de gobierno, decide indicar a Lerroux que se incluyan tres ministros de la CEDA en el Gabinete.
Sin embargo, este nombramiento no es aceptado por los partidos de izquierda, especialmente el PSOE, que esperaban una convocatoria anticipada de elecciones generales.
En las elecciones anteriores el PSOE habiendo obtenido 1.627.472 votos obtuvo 58 escaños, mientras que los radicales, con 806.340 votos obtenían 104 escaños, resultando que de los 8.535.200 votos emitidos, 3.365.700 fueron para partidos de derechas, 2.051.500 para partidos de centro y 3.118.000 para los partidos de izquierda.[1] Esta diferencia se debió a la modificación de la legislación electoral, realizada en 1933 con el apoyo de los partidos entonces mayoritarios, entre ellos el propio PSOE.
La Revolución de AsturiasArtículo principal: Revolución de Asturias de 1934
En Asturias la CNT mantenía una postura más proclive a la formación de alianzas obreras que en otras zonas de España. De esta manera esta organización y la UGT habían firmado en marzo un pacto con el que estuvo de acuerdo la FSA, federación del PSOE en Asturias, fraguando la alianza obrera plasmada en la UHP surgida el mes anterior. A La UHP se le irían uniendo otras organizaciones obreras como el BOC, la Izquierda Comunista y finalmente el PCE.
Los mineros disponían de armas y dinamita y la revolución estaba muy bien organizada. Se proclama en Oviedo la República Socialista Asturiana y se ataca a los puestos de la Guardia Civil, las iglesias, los ayuntamientos, etc., estando a los tres días casi toda Asturias en manos de los mineros, incluidas las fábricas de armas de Trubia y La Vega. A los diez días, unos 30.000 trabajadores forman el Ejército Rojo. Hubo actos de pillaje y violencia no achacables a la organización revolucionaria. Pero la represión fue muy dura donde los revolucionarios encontraron resistencia. Desde el gobierno consideran que la revuelta es una guerra civil en toda regla, aún desconociendo que los mineros empiezan a considerar en Mieres la posibilidad de una marcha sobre Madrid.
El gobierno adopta una serie de medidas enérgicas. Ante la petición de Gil-Robles comunicando a Lerroux que no se fía del jefe de Estado Mayor, general Masquelet, los generales Goded y Franco (que tenía experiencia al haber participado en la represión de la huelga general de 1917 en Asturias) son llamados para que dirijan la represión de la rebelión desde el Estado Mayor en Madrid. Estos recomiendan que se traigan tropas de la Legión y de Regulares desde Marruecos. El gobierno acepta su propuesta y el radical Diego Hidalgo, ministro de la Guerra, justifica formalmente el empleo de estas fuerzas mercenarias, en el hecho de que le preocupaba la alternativa de que jóvenes reclutas peninsulares murieran en el enfrentamiento, por lo que la solución adoptada le parece muy aceptable.
Durante la revolución de 1934 la ciudad de Oviedo quedó asolada en buena parte, resultan incendiados, entre otros edificios, el de la Universidad, cuya biblioteca guardaba fondos bibliográficos de extraordinario valor que no se pudieron recuperar, o el teatro Campoamor. También fue dinamitada La Cámara Santa en la Catedral, donde desaparecieron importantes reliquias llevadas a Oviedo, cuando era corte, desde el Sur de España.
El general Eduardo López Ochoa, comandando las fuerzas militares gubernamentales, se dirigió a apoyar a las tropas sitiadas en Oviedo, y el coronel Juan Yagüe con sus legionarios y con apoyo de la aviación. La represión posterior fue muy dura.
En Langreo y en el barrio de El Llano de Gijón se llegaron a dar breves experiencias de comunismo libertario:
En el resto de España hubo algunos incidentes reprimidos rápidamente por las fuerzas del orden republicanas.
Se estima que en los 15 días de revolución hubo en toda España entre 1.500 y 2.000 muertos (aunque algunos autores hablan de 1.000 o de 4.000) de los que unos 320 eran guardias civiles, soldados, guardias de asalto y carabineros y unos 35 sacerdotes. La ciudad de Oviedo quedó prácticamente destruida. Y se estima que en toda España fueron detenidas y sometidas a juicio entre 15.000 y 30.000 personas que participaron la revolución. Los datos son difíciles de comprobar debido a la fuerte censura que se aplicó sobre esta revolución.
La travesía del "Telémaco"
En Taganana embarcó
el Piloto sin ultraje,
el que en este mismo viaje
su nombre inmortalizó,
por lo bien que se portó
demostrando su aptitud.
Náutico de pulcritud
no serás puesto en olvido,
Martín Pérez fue nacido
en el Puerto de la Cruz .
6ª
El Piloto no tenía,
ya que tanto fue su empeñó,
del terreno más pequeño
datos de la Geografía,
carta de mar no traía
este joven navegante,
sin tener un comprobante
latitud en que se encontraba
porque el barco no llevaba
corredera ni sextante.
7ª
Puso rumbo al Occidente,
es que creía palpable
más los vientos favorables
para ir al Continente
hallar brisas competentes,
nunca procela intención;
creyendo una aberración,
se promovieron disputas,
por ser aquélla la ruta
del Almirante Colón
el Piloto sin ultraje,
el que en este mismo viaje
su nombre inmortalizó,
por lo bien que se portó
demostrando su aptitud.
Náutico de pulcritud
no serás puesto en olvido,
Martín Pérez fue nacido
en el Puerto de la Cruz .
6ª
El Piloto no tenía,
ya que tanto fue su empeñó,
del terreno más pequeño
datos de la Geografía,
carta de mar no traía
este joven navegante,
sin tener un comprobante
latitud en que se encontraba
porque el barco no llevaba
corredera ni sextante.
7ª
Puso rumbo al Occidente,
es que creía palpable
más los vientos favorables
para ir al Continente
hallar brisas competentes,
nunca procela intención;
creyendo una aberración,
se promovieron disputas,
por ser aquélla la ruta
del Almirante Colón
Inmigración en la Dictadura de Franco
Se emigró principalmente a Europa, donde se llegó a la cifra oficial de 1.066.440 de emigrantes registrados en los países europeos en 1973, aunque esta cifra era superior si se contaran los emigrantes ilegales no registrados por las autoridades españolas. Una de las historias más interesantes creo es la de la emigración de los canarios a Venezuela, que en aquella época era un país rico y tierra de promisión para una harapientos y hambrientos españoles que veían en ese país lo mismo que los emigrantes de otros países ven ahora en España.
Si quiero referirme a esta emigración Canaria a Venezuela es por la manera que se produjo en gran parte esa emigración, hoy en día llegan a las costas española cayucos y pateras provenientes de África cargados de emigrantes que buscan en España la tierra de promisión, en esa época eran los denominados barcos fantasmas, pequeños veleros y pesqueros que emprendían la aventura de cruzan casi sin medios el Atlántico para llegar a aquella tierra de promisión que era Venezuela.
Se daba el nombre de barcos fantasmas a aquellos veleros que desaparecían de tierras Canarias, de los que a veces se recibía noticias de su presencia en alta mar y que tras unos de unos 40 días aparecían en tierras Venezolanas con sus respectivos tripulantes y pasajeros.
Los barcos salían de su puerto en alguna de las islas Canarias y una vez en alta mar fuera de la vista de tierra, de noche cambiaban su rumbo y se dirigían a un punto acordado de la costa canaria donde embarcaban víveres y pasajeros. En algunos casos se dividía la cabina interna con un piso horizontal nuevo para poder colocar mas pasajeros, estos dormían sobre tablas y sacos, en pésimas condiciones, rodeados de piojos y sus propios vómitos.
Algunos de estos barcos fantasmas hacían la travesía baja la mano de patrones expertos que conocían la navegación y el barco llevándolo sin problemas, pero otros los llevaban patrones con poca experiencia, que no conocían ni los Alisios ni las corrientes, navegaban sin cartas de navegación, ni sextante, ni siquiera una corredera, solo sabían que Venezuela estaba donde se ponía el sol y con estos escasos conocimientos ponían rumbo oeste.
El alimento preferido para la travesía era el gofio, que se conservaba muchos días, las papas más resistentes eran consumidas después con otros alimentos menos usados. El gran problema era el agua para beber, se daban raciones entre ¼ y ½ litro de agua por persona, pero esta a veces no llegaba para toda la travesía y con suerte podían seguir con agua que pedían a algún barco que encontraban o bien agua de lluvia que recogían con lonas.
Estos son algunos datos de 34 barcos conocidos que salieron de las islas Canarias.
•El que más tiempo tardó fue el Saturnino que zarpó 18/10/1949 con 81 pasajeros y tardó 86 días en llegar a la Guaria.
•El viaje más corto lo realizó el Benahorte que salió de canarias el 21/04/1950 con 151 emigrantes a bordo y tardó 21 días.
•El barco que mayor número de pasajeros llevó fue "El nuevo Teide", uno de los barcos mas grandes con 36 m. de eslora que llevó 286 emigrantes.
El número total de pasajeros que llevaban estos 34 barcos fue 3.586 de los cuales 3.573 eran hombres y 13 mujeres.
- Como ejemplo de estos viajes sirve el testimonio de un emigrante canario a Venezuela que hizo el viaje a bordo de "La Carlota" un navío, con 45 años de antigüedad pues había sido construido el 903, era un pailebote canario de 102 TRB construido en los astilleros de Manuel Márquez de Las Palmas de Gran Canaria. pero aún así, fue adquirido por 200.000 pts. por un grupo de represaliados políticos, después de estudiar el navío y determinar que podía atravesar el Atlántico con 60 personas a bordo, en realidad en la travesía que empezó el 22/08/1948 embarcaron unos 201 emigrantes.
Si quiero referirme a esta emigración Canaria a Venezuela es por la manera que se produjo en gran parte esa emigración, hoy en día llegan a las costas española cayucos y pateras provenientes de África cargados de emigrantes que buscan en España la tierra de promisión, en esa época eran los denominados barcos fantasmas, pequeños veleros y pesqueros que emprendían la aventura de cruzan casi sin medios el Atlántico para llegar a aquella tierra de promisión que era Venezuela.
Se daba el nombre de barcos fantasmas a aquellos veleros que desaparecían de tierras Canarias, de los que a veces se recibía noticias de su presencia en alta mar y que tras unos de unos 40 días aparecían en tierras Venezolanas con sus respectivos tripulantes y pasajeros.
Los barcos salían de su puerto en alguna de las islas Canarias y una vez en alta mar fuera de la vista de tierra, de noche cambiaban su rumbo y se dirigían a un punto acordado de la costa canaria donde embarcaban víveres y pasajeros. En algunos casos se dividía la cabina interna con un piso horizontal nuevo para poder colocar mas pasajeros, estos dormían sobre tablas y sacos, en pésimas condiciones, rodeados de piojos y sus propios vómitos.
Algunos de estos barcos fantasmas hacían la travesía baja la mano de patrones expertos que conocían la navegación y el barco llevándolo sin problemas, pero otros los llevaban patrones con poca experiencia, que no conocían ni los Alisios ni las corrientes, navegaban sin cartas de navegación, ni sextante, ni siquiera una corredera, solo sabían que Venezuela estaba donde se ponía el sol y con estos escasos conocimientos ponían rumbo oeste.
El alimento preferido para la travesía era el gofio, que se conservaba muchos días, las papas más resistentes eran consumidas después con otros alimentos menos usados. El gran problema era el agua para beber, se daban raciones entre ¼ y ½ litro de agua por persona, pero esta a veces no llegaba para toda la travesía y con suerte podían seguir con agua que pedían a algún barco que encontraban o bien agua de lluvia que recogían con lonas.
Estos son algunos datos de 34 barcos conocidos que salieron de las islas Canarias.
•El que más tiempo tardó fue el Saturnino que zarpó 18/10/1949 con 81 pasajeros y tardó 86 días en llegar a la Guaria.
•El viaje más corto lo realizó el Benahorte que salió de canarias el 21/04/1950 con 151 emigrantes a bordo y tardó 21 días.
•El barco que mayor número de pasajeros llevó fue "El nuevo Teide", uno de los barcos mas grandes con 36 m. de eslora que llevó 286 emigrantes.
El número total de pasajeros que llevaban estos 34 barcos fue 3.586 de los cuales 3.573 eran hombres y 13 mujeres.
- Como ejemplo de estos viajes sirve el testimonio de un emigrante canario a Venezuela que hizo el viaje a bordo de "La Carlota" un navío, con 45 años de antigüedad pues había sido construido el 903, era un pailebote canario de 102 TRB construido en los astilleros de Manuel Márquez de Las Palmas de Gran Canaria. pero aún así, fue adquirido por 200.000 pts. por un grupo de represaliados políticos, después de estudiar el navío y determinar que podía atravesar el Atlántico con 60 personas a bordo, en realidad en la travesía que empezó el 22/08/1948 embarcaron unos 201 emigrantes.
Robert Capa
Robert Capa, nació en la ciudad de Budapest, en el seno de una familia judía con buen pasar económico. Su madre una diseñadora de modas y su padre un pensador intelectual con influencias aristocráticas. En Hungría, en esos tiempos, era costumbre pertenecer a un círculo, ya fuera artístico o político, y Endré, que no fue una excepción, entró a dichos círculos, donde era tradición poner sobrenombres. Así fue como recibió el apodo de Bandi.
Condenado en su adolescencia a vivir vagando por la ciudad por la instauración del taller de sus padres en la casa, después de que éstos perdieran el local a raíz de la depresión económica de 1929. En estas andanzas conocería a una de las mujeres que más influyó en su vida, y se puede decir que, si no hubiera sido por ella no habría llegado a ser un gran fotógrafo. El nombre de esa mujer era Eva Besnyo, quien desde muy joven tuvo un gran interés por la fotografía. Eva era una de esas personas a las que le parecía más productivo tomar fotografías que hacer sus deberes escolares. En su juventud ya tomaba fotografías con su cámara Kodak Brownie. Ella y su especial gusto por este arte motivaron el primer contacto de Endré con la fotografía.
Endré era muy solicitado por sus amigos, ya que se caracterizaba por ser un joven generoso y leal.
Ya hacia sus florecientes diecisiete años y esperando terminar su vida escolar, Endré conoce a una de esas personas que moldearían su vida, uno de esos buenos amigos que emprendían sus senderos, con excelentes consejos, apoyo económico oportuno, conexiones apropiadas, sugerencias artísticas y concepciones acerca de la vida. Este ilustre personaje se llamaba Lajos Kassák, quien, con tendencias socialistas, se decidió a ayudar a cualquier artista con corrientes constructivistas. Dio a conocer la fotografía como un objeto social mostrando las injusticias del sistema capitalista y presentando trabajos en sus seminarios como los de Jacob Riis y Lewis Hine.
En 1929 la situación política iba de mal en peor con la imposición de un gobierno fascista en Hungría, lo que obligó al joven Endré a salir del país junto a la gran masa de jóvenes que se sentían presionados por la falta de un gobierno democrático y garantías económicas.
A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo David Seymour quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular.
Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Ernest Friedmann, viviendo en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerda Pohorylle) que acabaría siendo su novia. Para tratar de aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano Robert Capa, utilizado ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho constituye la base de la polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías más relevantes.
Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, Capa se traslada a España con su novia para cubrir los principales acontecimientos de la contienda española. Implicado en la lucha antifascista y con la causa de la República, estuvo presente, desde ese lado, en los principales frentes de combate, desde los inicios en el frente de Madrid hasta la retirada final en Cataluña.
Siempre en primera línea, es mundialmente famosa su fotografía Muerte de un Miliciano,[1] tomada en Cerro Muriano, en el frente de Córdoba, el 5 de septiembre de 1936. Reproducida en la mayoría de los libros sobre la Guerra Civil, su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos expertos. A pesar de que un historiador local de Alcoy puso nombre al miliciano, Federico Borrell García, miliciano anarquista, el documental La sombra del iceberg (2007) niega tal atribución con testigos, médicos forenses y documentos del archivo local de Alcoy. Asimismo, muestra lo inconsistente de dicha tesis y aporta nuevas fotos de la secuencia del miliciano que avalan la tesis de la puesta en escena, así como la posibilidad de que la instantánea no la tomara Capa sino su mujer. En enero de 2008 se encontró, según la CNN, una valija perdida por Capa donde están innumerables negativos de tomas que efectuó en la Guerra Civil Española; un tesoro de incalculable valor histórico. Según un artículo publicado en la web de El Periódico,[2] queda de manifiesto que dicho set de fotografías fueron tomadas a 10 kilómetros del frente, en la localidad de Espejo, donde tenían en esas fechas las tropas republicanas su cuartel general de acuerdo al periódico.
Durante la retirada del ejército republicano en la batalla de Brunete, en julio de 1937 Gerda Taro muere al frenar el coche en cuyo estribo viajaba, caer y ser arrollada por el tanque que el conductor intentó evitar. En este tiempo, Capa cubrió también diferentes episodios de la invasión japonesa de China, ya en los prolegómenos de la II Guerra Mundial.
Durante la II Guerra Mundial, está presente en los principales escenarios bélicos de Europa, así desde 1941 a 1945 viaja por Italia, Londres y Norte de África. Del desembarco aliado en Normandía, el 6 de junio de 1944, el famoso día-D, son clásicas sus fotografías tomadas, junto a los soldados que desembarcaban en la propia playa denominada Omaha en la terminología de la operación. Plasmó asimismo en imágenes la liberación de París. Huston Hu Riley fue el fotógrafo que retrató ese momento.[3] Con motivo de su trabajo durante este conflicto, fue galardonado por el general Eisenhower con la Medalla de la Libertad.
En 1947 creó, junto con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour, la agencia Magnum Photos, donde Capa realizó un gran trabajo fotográfico, no solo en escenarios de guerra sino también en el mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre las que se incluían Pablo Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck.
Condenado en su adolescencia a vivir vagando por la ciudad por la instauración del taller de sus padres en la casa, después de que éstos perdieran el local a raíz de la depresión económica de 1929. En estas andanzas conocería a una de las mujeres que más influyó en su vida, y se puede decir que, si no hubiera sido por ella no habría llegado a ser un gran fotógrafo. El nombre de esa mujer era Eva Besnyo, quien desde muy joven tuvo un gran interés por la fotografía. Eva era una de esas personas a las que le parecía más productivo tomar fotografías que hacer sus deberes escolares. En su juventud ya tomaba fotografías con su cámara Kodak Brownie. Ella y su especial gusto por este arte motivaron el primer contacto de Endré con la fotografía.
Endré era muy solicitado por sus amigos, ya que se caracterizaba por ser un joven generoso y leal.
Ya hacia sus florecientes diecisiete años y esperando terminar su vida escolar, Endré conoce a una de esas personas que moldearían su vida, uno de esos buenos amigos que emprendían sus senderos, con excelentes consejos, apoyo económico oportuno, conexiones apropiadas, sugerencias artísticas y concepciones acerca de la vida. Este ilustre personaje se llamaba Lajos Kassák, quien, con tendencias socialistas, se decidió a ayudar a cualquier artista con corrientes constructivistas. Dio a conocer la fotografía como un objeto social mostrando las injusticias del sistema capitalista y presentando trabajos en sus seminarios como los de Jacob Riis y Lewis Hine.
En 1929 la situación política iba de mal en peor con la imposición de un gobierno fascista en Hungría, lo que obligó al joven Endré a salir del país junto a la gran masa de jóvenes que se sentían presionados por la falta de un gobierno democrático y garantías económicas.
A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo David Seymour quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular.
Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Ernest Friedmann, viviendo en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerda Pohorylle) que acabaría siendo su novia. Para tratar de aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano Robert Capa, utilizado ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho constituye la base de la polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías más relevantes.
Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, Capa se traslada a España con su novia para cubrir los principales acontecimientos de la contienda española. Implicado en la lucha antifascista y con la causa de la República, estuvo presente, desde ese lado, en los principales frentes de combate, desde los inicios en el frente de Madrid hasta la retirada final en Cataluña.
Siempre en primera línea, es mundialmente famosa su fotografía Muerte de un Miliciano,[1] tomada en Cerro Muriano, en el frente de Córdoba, el 5 de septiembre de 1936. Reproducida en la mayoría de los libros sobre la Guerra Civil, su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos expertos. A pesar de que un historiador local de Alcoy puso nombre al miliciano, Federico Borrell García, miliciano anarquista, el documental La sombra del iceberg (2007) niega tal atribución con testigos, médicos forenses y documentos del archivo local de Alcoy. Asimismo, muestra lo inconsistente de dicha tesis y aporta nuevas fotos de la secuencia del miliciano que avalan la tesis de la puesta en escena, así como la posibilidad de que la instantánea no la tomara Capa sino su mujer. En enero de 2008 se encontró, según la CNN, una valija perdida por Capa donde están innumerables negativos de tomas que efectuó en la Guerra Civil Española; un tesoro de incalculable valor histórico. Según un artículo publicado en la web de El Periódico,[2] queda de manifiesto que dicho set de fotografías fueron tomadas a 10 kilómetros del frente, en la localidad de Espejo, donde tenían en esas fechas las tropas republicanas su cuartel general de acuerdo al periódico.
Durante la retirada del ejército republicano en la batalla de Brunete, en julio de 1937 Gerda Taro muere al frenar el coche en cuyo estribo viajaba, caer y ser arrollada por el tanque que el conductor intentó evitar. En este tiempo, Capa cubrió también diferentes episodios de la invasión japonesa de China, ya en los prolegómenos de la II Guerra Mundial.
Durante la II Guerra Mundial, está presente en los principales escenarios bélicos de Europa, así desde 1941 a 1945 viaja por Italia, Londres y Norte de África. Del desembarco aliado en Normandía, el 6 de junio de 1944, el famoso día-D, son clásicas sus fotografías tomadas, junto a los soldados que desembarcaban en la propia playa denominada Omaha en la terminología de la operación. Plasmó asimismo en imágenes la liberación de París. Huston Hu Riley fue el fotógrafo que retrató ese momento.[3] Con motivo de su trabajo durante este conflicto, fue galardonado por el general Eisenhower con la Medalla de la Libertad.
En 1947 creó, junto con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour, la agencia Magnum Photos, donde Capa realizó un gran trabajo fotográfico, no solo en escenarios de guerra sino también en el mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre las que se incluían Pablo Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck.
En 1954, encontrándose en Japón visitando a unos amigos de antes de la guerra, fue llamado por la revista Life para reemplazar a otro fotógrafo en Vietnam, durante la Primera Guerra de Indochina. En la madrugada del 25 de mayo, mientras acompañaba a una expedición del ejército francés por una espesa zona boscosa, pisó inadvertidamente una mina y murió, siendo el primer corresponsal americano muerto en esta guerra y terminando así una azarosa vida profesional, guiada por una frase que popularizó: Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente.
Guerra Civil Española
Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios extranjeros de 54 países que participaron en la Guerra Civil Española junto al ejército democrático de la II República, enfrentándose a los sublevados dirigidos por Francisco Franco, que recibió ayuda de la Alemania nazi y de la Italia Fascista.
Las Brigadas Internacionales no fueron, al contrario de lo que se suele creer, ni los primeros ni los únicos voluntarios extranjeros que partieron a luchar a España en favor de la República. Ya antes de su formación (en octubre de 1936) había en la Península un número, aunque no muy alto, de soldados extranjeros, que desde prácticamente el día de la sublevación de los nacionales estaban participando en la contienda. Algunos de ellos ya residían en España antes del golpe del 18 de julio y procedían mayoritariamente de países con gobiernos fascistas (o pseudo fascistas), de donde se habían visto obligados a exiliarse por su militancia progresista, socialista, comunista o anarquista. Por esta razón, los dos principales países de origen de estos primeros voluntarios extranjeros fueron Alemania e Italia. De este primer grupo de combatientes extranjeros que ya vivían en España al estallar la guerra, se encontraban, como dos de los más conocidos, el novelista André Malraux , el socialista italiano (que años antes había atentado contra el hijo de Víctor Manuel de Saboya), Fernando De Rosa Lenccini.
También hubo otro grupo de extranjeros que a partir del 18 de julio fue llegando a España por sus propios medios y se incorporó al frente. Pero si es difícil dar cifras sobre los soldados que conformaron las Brigadas Internacionales, mucho más aún, por la inexistencia de documentos oficiales, lo es cifrar a los extranjeros que llegaron antes de octubre de 1936.
En tercer lugar, es destacable la incorporación a las filas del bando republicano de los participantes en las olimpiadas populares. Esta competición, organizada por grupos políticos de izquierda, se estaba celebrando en Barcelona en el verano de 1936 como contrapartida a las olimpiadas oficiales que se disputaban en Berlín bajo el gobierno de Adolf Hitler, y en ella tomaban parte deportistas de diversos países del mundo. Muchos de estos atletas se sumaron a las luchas callejeras de Barcelona, participaron en el levantamiento de barricadas y en la ocupación del Hotel Colón. La mayoría de los participantes, cuyo número oscilaba entre 174 y 300, regresó a sus respectivos países el día 24 de ese mismo mes de julio, tras haber sido protagonistas durante la primera semana de la guerra.
Las unidades formadas por estos primeros voluntarios extranjeros, se bautizaron con nombres de militares progresistas del siglo anterior, como Walery Wroblewski, muerto en la Comuna de París, o de figuras políticas de mucho prestigio, como el socialista inglés Tom Mann.
Muchos de los soldados que conformaban estas unidades voluntarias espontáneas se integraron luego en las Brigadas Internacionales, pero otros muchos, por diversas circunstancias, permanecieron al margen de ellas y combatieron en otras unidades del Ejército Popular de la República. Numerosos extranjeros no se integraron en las brigadas debido, principalmente, a discrepancias políticas debido a que las Brigadas empezaron organizadas y promovidas por el Partido Comunista Francés (de donde salieron los primeros oficiales brigadistas), lo cual causaba que militantes socialistas, anarquistas, o marxistas ajenos al comunismo, prefiereran enrolarse en otras unidades.
En algunos de los casos algunos extranjeros lucharían integrándose en unidades del POUM o de otras organizaciones de izquierdas disidentes de la Komintern. Relacionado con esta cuestión, y tras los Sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, el gobierno republicano ordenó el 19 de junio de 1937, por un decreto puesto en marcha por Vicente Rojo siguiendo órdenes de Indalecio Prieto (en esos tiempos ministro de Defensa), "que todos los extranjeros que prestan servicio al ejército, quedaban encuadrados en las Brigadas Internacionales". Esta orden no fue cumplida por muchos soldados extranjeros, que lucharon hasta el final de la guerra en unidades ajenas a las de los brigadistas.
Participaron:
-el novelista André Malraux.
-el socialista italiano Fernando De Rosa Lenccini.
-el socialista inglés Tom Mann.
Las Brigadas Internacionales no fueron, al contrario de lo que se suele creer, ni los primeros ni los únicos voluntarios extranjeros que partieron a luchar a España en favor de la República. Ya antes de su formación (en octubre de 1936) había en la Península un número, aunque no muy alto, de soldados extranjeros, que desde prácticamente el día de la sublevación de los nacionales estaban participando en la contienda. Algunos de ellos ya residían en España antes del golpe del 18 de julio y procedían mayoritariamente de países con gobiernos fascistas (o pseudo fascistas), de donde se habían visto obligados a exiliarse por su militancia progresista, socialista, comunista o anarquista. Por esta razón, los dos principales países de origen de estos primeros voluntarios extranjeros fueron Alemania e Italia. De este primer grupo de combatientes extranjeros que ya vivían en España al estallar la guerra, se encontraban, como dos de los más conocidos, el novelista André Malraux , el socialista italiano (que años antes había atentado contra el hijo de Víctor Manuel de Saboya), Fernando De Rosa Lenccini.
También hubo otro grupo de extranjeros que a partir del 18 de julio fue llegando a España por sus propios medios y se incorporó al frente. Pero si es difícil dar cifras sobre los soldados que conformaron las Brigadas Internacionales, mucho más aún, por la inexistencia de documentos oficiales, lo es cifrar a los extranjeros que llegaron antes de octubre de 1936.
En tercer lugar, es destacable la incorporación a las filas del bando republicano de los participantes en las olimpiadas populares. Esta competición, organizada por grupos políticos de izquierda, se estaba celebrando en Barcelona en el verano de 1936 como contrapartida a las olimpiadas oficiales que se disputaban en Berlín bajo el gobierno de Adolf Hitler, y en ella tomaban parte deportistas de diversos países del mundo. Muchos de estos atletas se sumaron a las luchas callejeras de Barcelona, participaron en el levantamiento de barricadas y en la ocupación del Hotel Colón. La mayoría de los participantes, cuyo número oscilaba entre 174 y 300, regresó a sus respectivos países el día 24 de ese mismo mes de julio, tras haber sido protagonistas durante la primera semana de la guerra.
Las unidades formadas por estos primeros voluntarios extranjeros, se bautizaron con nombres de militares progresistas del siglo anterior, como Walery Wroblewski, muerto en la Comuna de París, o de figuras políticas de mucho prestigio, como el socialista inglés Tom Mann.
Muchos de los soldados que conformaban estas unidades voluntarias espontáneas se integraron luego en las Brigadas Internacionales, pero otros muchos, por diversas circunstancias, permanecieron al margen de ellas y combatieron en otras unidades del Ejército Popular de la República. Numerosos extranjeros no se integraron en las brigadas debido, principalmente, a discrepancias políticas debido a que las Brigadas empezaron organizadas y promovidas por el Partido Comunista Francés (de donde salieron los primeros oficiales brigadistas), lo cual causaba que militantes socialistas, anarquistas, o marxistas ajenos al comunismo, prefiereran enrolarse en otras unidades.
En algunos de los casos algunos extranjeros lucharían integrándose en unidades del POUM o de otras organizaciones de izquierdas disidentes de la Komintern. Relacionado con esta cuestión, y tras los Sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, el gobierno republicano ordenó el 19 de junio de 1937, por un decreto puesto en marcha por Vicente Rojo siguiendo órdenes de Indalecio Prieto (en esos tiempos ministro de Defensa), "que todos los extranjeros que prestan servicio al ejército, quedaban encuadrados en las Brigadas Internacionales". Esta orden no fue cumplida por muchos soldados extranjeros, que lucharon hasta el final de la guerra en unidades ajenas a las de los brigadistas.
Participaron:
-el novelista André Malraux.
-el socialista italiano Fernando De Rosa Lenccini.
-el socialista inglés Tom Mann.
Juan Régulo Pérez
Fue un profesor universitario canario, uno de los principales editores de literatura en el idioma internacional esperanto.
Hijo de campesinos pobres, en 1934 comenzó a trabajar como maestro. Durante la guerra civil española fue encarcelado por simpatías republicanas, y se le impidió el ejercicio de la enseñanza formal. En 1945 fue autorizado a enseñar en la Universidad de La Laguna, aunque en un comienzo sin plaza oficial.
Régulo había aprendido esperanto en 1933 y había ya impartido cursos antes de la guerra. En 1945 comenzó a impartir cursos del idioma internacional en la Universidad, donde posteriormente se crearía la primera cátedra dedicada a esta lengua en una universidad española.
En 1952 fundó la Editorial Stafeto, que inmediatamente se convirtió en una de las referencias fundamentales de la literatura en esperanto, por la calidad de las obras y la cuidada edición. Durante el siguiente cuarto de siglo editó obras literarias, principalmente de ficción, de autores de todas las partes del mundo.
Su segunda obra, La bapto de caro Vladimir (El bautizo del zar Vladimir) del poeta satírico checo Karel Havlíček Borovský, fue objeto de un grave incidente, ya que la dirección de la principal asociación esperantista de la época en España solicitó al editor la retirada de la obra, por miedo a que se viera en ella una sátira al régimen franquista. Régulo se negó, sin que se produjera el temido secuestro de la obra.
Tras su jubilación, la Universidad de La Laguna editó el libro conmemorativo "Serta gratulatoria in honorem Juan Régulo", una colección de contribuciones en castellano, esperanto y otros idiomas, por autores españoles e internacionales, sobre filología, antropología, historia y temas relacionados con la obra de Régulo.
En su vertiente docente, el Dr. Juan Régulo Pérez fue profesor en la Universidad de La Laguna de asignaturas relacionadas con su campo científico (Filología Latina y Románica).Ello es que dio clases de latín vulgar, lengua y literatura latinas... En el departamento de la Facultad de Filosofía y Letras fue compañero de los doctores Juan Álvarez Delgado, Jacinto Alzola, Manuela Marrero y otros muchos profesores ya fallecidos.
Régulo Pérez fue autor además de numerosas obras sobre geografía, antropología e historia de las Islas Canarias, y especialmente de su isla natal La Palma.
Hijo de campesinos pobres, en 1934 comenzó a trabajar como maestro. Durante la guerra civil española fue encarcelado por simpatías republicanas, y se le impidió el ejercicio de la enseñanza formal. En 1945 fue autorizado a enseñar en la Universidad de La Laguna, aunque en un comienzo sin plaza oficial.
Régulo había aprendido esperanto en 1933 y había ya impartido cursos antes de la guerra. En 1945 comenzó a impartir cursos del idioma internacional en la Universidad, donde posteriormente se crearía la primera cátedra dedicada a esta lengua en una universidad española.
En 1952 fundó la Editorial Stafeto, que inmediatamente se convirtió en una de las referencias fundamentales de la literatura en esperanto, por la calidad de las obras y la cuidada edición. Durante el siguiente cuarto de siglo editó obras literarias, principalmente de ficción, de autores de todas las partes del mundo.
Su segunda obra, La bapto de caro Vladimir (El bautizo del zar Vladimir) del poeta satírico checo Karel Havlíček Borovský, fue objeto de un grave incidente, ya que la dirección de la principal asociación esperantista de la época en España solicitó al editor la retirada de la obra, por miedo a que se viera en ella una sátira al régimen franquista. Régulo se negó, sin que se produjera el temido secuestro de la obra.
Tras su jubilación, la Universidad de La Laguna editó el libro conmemorativo "Serta gratulatoria in honorem Juan Régulo", una colección de contribuciones en castellano, esperanto y otros idiomas, por autores españoles e internacionales, sobre filología, antropología, historia y temas relacionados con la obra de Régulo.
En su vertiente docente, el Dr. Juan Régulo Pérez fue profesor en la Universidad de La Laguna de asignaturas relacionadas con su campo científico (Filología Latina y Románica).Ello es que dio clases de latín vulgar, lengua y literatura latinas... En el departamento de la Facultad de Filosofía y Letras fue compañero de los doctores Juan Álvarez Delgado, Jacinto Alzola, Manuela Marrero y otros muchos profesores ya fallecidos.
Régulo Pérez fue autor además de numerosas obras sobre geografía, antropología e historia de las Islas Canarias, y especialmente de su isla natal La Palma.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Semana Trágica de Barcelona
España inicia el año 1909 con Alfonso XIII como monarca y con Antonio Maura, del Partido Conservador, al frente del gobierno surgido de las elecciones celebradas el 21 de abril de 1907.
Políticamente, España, que no se había recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba y Puerto Rico, últimas colonias de ultramar, vive inmersa en un sistema político donde dos partidos, el Partido Conservador y el Partido Liberal se turnan en el gobierno. La alternancia es organizada desde el poder mediante el reparto de escaños previo a las elecciones (conocido como encasillado), a través de una red de influencias denominada caciquismo que garantiza su cumplimiento y el pucherazo o adulteración de los resultados. En este sistema la monarquía ejerce un papel de arbitraje. El resto de partidos políticos son marginados del poder y sólo consiguen representación en las zonas urbanas, donde el caciquismo es más débil y el control electoral por tanto es más difícil. En Cataluña, sin embargo, tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 41 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Calatuña.
Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente en Barcelona donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento de Solidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.
Políticamente, España, que no se había recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba y Puerto Rico, últimas colonias de ultramar, vive inmersa en un sistema político donde dos partidos, el Partido Conservador y el Partido Liberal se turnan en el gobierno. La alternancia es organizada desde el poder mediante el reparto de escaños previo a las elecciones (conocido como encasillado), a través de una red de influencias denominada caciquismo que garantiza su cumplimiento y el pucherazo o adulteración de los resultados. En este sistema la monarquía ejerce un papel de arbitraje. El resto de partidos políticos son marginados del poder y sólo consiguen representación en las zonas urbanas, donde el caciquismo es más débil y el control electoral por tanto es más difícil. En Cataluña, sin embargo, tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 41 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Calatuña.
Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente en Barcelona donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento de Solidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.
Francisco Ferrer Guardia
sábado, 5 de febrero de 2011
lunes, 31 de enero de 2011
A Margarita. Rubén Darío
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.
Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar».
Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.
Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?»
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar».
Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
jueves, 20 de enero de 2011
Livingstone, supongo
El Dr Livingstone era el más famoso y popular de los exploradores británicos. Un buen día salió de Zanzibar en dirección al Lago Tanganika y, seis años después, seguía desaparecido.
Ni que decir tiene que muchos le daban por muerto. Especialmente desde que varios miembros de su expedición regresaron a la costa y afirmaron que le habían visto morir.
En ese momento es cuando el señor Henry Stanley (con el tiempo, llegaría a ser Sir), periodista americano, comienza su narración:
“El 16 de octubre del año 1869, cuando me hallaba en Madrid, y en mi casa de la calle de la Cruz, me presentó mi criado, a eso de las diez de la mañana, un parte telegráfico expedido por el señor James Gordon Bennet, director del New York Herald, de quien yo era corresponsal. Rasgué el sobre y leí lo que sigue: “Vuelva a París, asunto importante”
Dos horas después tenía ya recogidos mis libros y papeles, cerradas las maletas y todo preparado. Como el tren correo no salía hasta las tres, quedaba todavía algún tiempo disponible, que aproveché para ir a despedirme de mis amigos.
[...]
Cuando llegué a París, fui directamente al Gran Hotel, donde estaba alojado entonces el director de New York Herald; llamé a su puerta, y contestó una voz:
-Entre.
El señor Bennet estaba ya acostado; pero se puso al momento su bata y me preguntó vivamente:
-¿Quién es usted?
-Stanley.
-¡Ah! ya sé; tome asiento; se trata de confiarle una misión importante. ¿Dónde piensa que se halla Livingstone?
-Verdaderamente, no puedo decirle nada, caballero.
-¿Cree que ha muerto?
-Es posible que sí; puede ser que no.
-Pues a mí me parece que está vivo y que se le podría encontrar y le envío en su busca.
-¿Al centro de África? ¿Su intención es que emprenda semejante viaje?
-Sí; deseo que parta, que encuentre a Linvingstone, y que traiga de él todas las noticias que pueda recoger; y … ¡quien sabe!… quizá se halle muy necesitado el infatigable viajero. Llévese todo cuanto pueda serle útil, guíese por sus propias ideas. Haga lo que mejor le parezca; pero encuentre a Livingstone.
-¿Y ha reflexionado, caballero, los gastos que ocasiona este viaje?
-¿Cuánto piensa que costará?
-Burton y Speke gastaron de tres mil a cinco mil libras, y yo temo que se necesitarán al menos dos mil quinientas para emprender semejante expedición.
-¡Pues bien! voy a decirle lo que debe hacer: tome ahora mil libras; cuando estén gastadas gire una letra por otras mil, y luego una tercera, y así sucesivamente; pero encuentre a Livingstone.
-¿Debo ir directamente en su busca?
-No; primero asistirá a la inauguración del Canal de Suez, y desde allí reomntará el Nilo: he oído decir que Baker iba a marchar hacia el Alto Egipto, y por lo tanto convendrá que se informe lo mejor posible acerca de su expedición. [...] Terminada esta primera parte de su cometido, será bueno que vaya a Jerusalén, [...] Luegopasará a Constantinopla [...] Pasando por Crimea, visite lso campos de batalla, y diríjase enseguida al Cáucaso hasta el mar Caspio [...] Después se irá a la India, cruzando por Persia; en Persépolis podrá escribir una carta interesante. Bagdad está en su camino [...] Y cuando esté en la India se embarcará allí para reunirse con Livngstone. Y ahora, amigo mío, buenas noches; páselo bien, y que Dios lo bendiga.”
¿Es esto el comienzo de una novela? En realidad no, aunque se parezca mucho. Es el inicio del libro que Henry Stanley escribió sobre su más famoso viaje. Uno de los viajes más espectaculares que jamás se han emprendido y que le llevó por primera vez al interior de África, pasando por regiones que jamás había visto ningún “hombre blanco” y donde encontró, vivo, al Dr Livingstone.
Pero empecemos por el principio. El Dr Livingstone era un pastor protestante que quería, bienintencionadamente, llevar el cristianismo a los paganos africanos. Para ello buscaba una ruta de acceso al interior del continente que permitiera la llegada de misioneros.
Siguiendo este propósito ya había atravesado el desierto del Kalahari (en la actual Sudáfrica) demostrando que no era, como se pensaba, el extremo sur del desierto del Sahara y que no estaba desértico todo el centro del continente (así de desconocida era la geografía africana). Había explorado también el río Zambezee y había descubierto las Catarátas Victoria.
Estos viajes habían servido para darle la fama, pero no le habían permitido encontrar una ruta cómoda para acceder al interior del continente. Con esta intención viajó hacia el Tanganika.
Durante la segunda mitad del sXIX, el interior de África fue dejando de ser un enorme espacio en blanco y poco a poco los europeos fueron construyendo mapas del continente. En la imagen aparece un mapa a mitad del proceso.
Henry Stanley, como nos cuenta en su libro, se encontró con África de casualidad. Como buen periodista, nos cuenta con estilo ameno y entretenido los pormenores de sus desventuras y, hay que decirlo, no oculta su profundo sentimiento de superioridad racial sobre todo aquel que no es de raza europea.
Era su primer viaje al interior de África, y su inexperiencia le costó varios sinsabores. Después de varias semanas dando vueltas, en las que conoció el hambre, la fiebre, la ferocidad de las hormigas y las avispas africanas (nada que ver con las europeas), el ataque de los cocodrilos y los leones, la guerra e incluso una sublevación de sus portadores, por fin encontró a un anciano hombre blanco en un pueblo a orillas del Tanganika:
“Mientras avanzaba lentamente, pude observar su palidez y su aspecto de fatiga: llevaba un pantalón gris, un chaquetón rojo, y una orra azul con galoncillo de oro. Hubiera querido correr hacia él, pero me sentí cobarde ante aquella multitud; hubiera querido abrazarle, pero él era inglés, y yo ignoraba cómo me recibiría.
Hice, pues, lo que me inspiraron la cobardía y un falso orgullo; me acerqué deliberadamente, y dije descubriéndome:
-¿El Doctor Livngstone, supongo?
-Sí, caballero – contestó con benévola sonrisa, descubriéndose a su vez.
Entonces nos estrechamos las manos.”
Necesariamente debía ser el Doctor Livingstone. No había ningún hombre de raza europea a cientos de kilómetros de distancia. Sus reservas sobre como le recibiría el inglés, puede hoy sorprender, pero no debemos olvidar que no hacía mucho más de cincuenta años desde la última guerra entre el Imperio Británico y su antigua colonia. La gran hermandad que hoy une a ambos pueblos anglosajones proviene principalmente de la II Guerra Mundial.
Stanley encuentra a Livingstone en una situación límite. Enfermo y, tras haber sido robado, prácticamente reducido a la mendicidad. Para Livingstone, la llegada de Stanley fue interpretada como un regalo de Dios, es posible que no hubiera podido sobrevivir sin su ayuda. Con el auxilio del norteamericano, el pastor emprendió su exploración del Lago, hasta identificar (acertadamente) que el río Cazembé no era el Zambeze, como se creía hasta entonces, y llegaron a la conclusión (errónea) de que era un afluente del Nilo (en realidad es un afluente del Congo).
Entonces se separaron ambos viajeros. Stanley, tras cumplir su misión, regresaba a casa. Livingstone por su parte, partía con la intención de despejar el gran misterio que llevaba inquietando a los europeos desde hacía más de dos mil años, los orígenes del Nilo. Nunca lo lograría, moriría años después sin haber vuelto a casa pero tras realizar importantísimos descubrimientos.
Stanley regresaría más adelante a África. Pero con otra mentalidad menos noble. Él mismo lo deja entrever al final de su relato sobre la búsqueda de Livingstone: “Con una suma suficiente, toda África se exploraría sin dificultad, y hasta se conquistaría, se civilizaría; y la veríamos cubierta de hierro en todos los sentidos. [...]¿no está abierto para ustedes todo el mundo[...]?”
Sir Henry Morton Stanley
Cuando realizó su búsqueda de Livingstone, no hubo ningún hombre blanco que contara su actitud con respecto a sus subordinados. Y cuando encontró al doctor, él mismo cuenta que se contuvo en infinidad de ocasiones para no desagradar al pastor.
Pero en su siguiente viaje al Congo, Stanley regresó con varios europeos que hablaron después sobre su injustificada crueldad. Stanley maltrató brutalmente a los nativos, los asesinaba e incluso llegó a arrasar pueblos enteros. Eran unos tiempos muy racistas, en los que se daba por supuesto que los africanos eran gentes inferiores a los europeos, pero aún así el salvajismo de Stanley le hizo perder la gran reputación ganada por su expedición en busca de Livingstone.
En estas condiciones, el Rey de Bélgica, Leopoldo I, le puso al mando de una operación que daría como fruto una de las mayores infamias de la historia de Europa (tiene mérito).
Al frente de un ejército de mercenarios, Stanley sometió brutalmente las tierras que, aproximadamente, hoy corresponden con la República Democrática del Congo (antiguo Zaire), sometiendo a sus habitantes a la esclavitud y matando a miles de personas obligandolas a realizar trabajos forzados. Este territorio fue denominado “Estado Libre del Congo” y no pertenecía legalmente a Bélgica, sino que era oficialmente un estado independiente gobernado por el Rey de los belgas. De esta forma, Stanley y sus secuaces eran libres de sembrar el terror sin acojerse a la legislación belga que, entre otras cosas, prohibía la esclavitud.
El periodista correría más aventuras. Pero seguramente su “Dr Livingstone, supongo” sería la más conocida… y la conquista del Congo la más importante.
MÁS SOBRE EL ÁFRICA SUBSAHARIANA
Cuando Kango
Musa peregrinó a La Meca
El Rey Arturo de los Ashanti
Etiopía, un reino cristiano al sur del Islam
Ni que decir tiene que muchos le daban por muerto. Especialmente desde que varios miembros de su expedición regresaron a la costa y afirmaron que le habían visto morir.
En ese momento es cuando el señor Henry Stanley (con el tiempo, llegaría a ser Sir), periodista americano, comienza su narración:
“El 16 de octubre del año 1869, cuando me hallaba en Madrid, y en mi casa de la calle de la Cruz, me presentó mi criado, a eso de las diez de la mañana, un parte telegráfico expedido por el señor James Gordon Bennet, director del New York Herald, de quien yo era corresponsal. Rasgué el sobre y leí lo que sigue: “Vuelva a París, asunto importante”
Dos horas después tenía ya recogidos mis libros y papeles, cerradas las maletas y todo preparado. Como el tren correo no salía hasta las tres, quedaba todavía algún tiempo disponible, que aproveché para ir a despedirme de mis amigos.
[...]
Cuando llegué a París, fui directamente al Gran Hotel, donde estaba alojado entonces el director de New York Herald; llamé a su puerta, y contestó una voz:
-Entre.
El señor Bennet estaba ya acostado; pero se puso al momento su bata y me preguntó vivamente:
-¿Quién es usted?
-Stanley.
-¡Ah! ya sé; tome asiento; se trata de confiarle una misión importante. ¿Dónde piensa que se halla Livingstone?
-Verdaderamente, no puedo decirle nada, caballero.
-¿Cree que ha muerto?
-Es posible que sí; puede ser que no.
-Pues a mí me parece que está vivo y que se le podría encontrar y le envío en su busca.
-¿Al centro de África? ¿Su intención es que emprenda semejante viaje?
-Sí; deseo que parta, que encuentre a Linvingstone, y que traiga de él todas las noticias que pueda recoger; y … ¡quien sabe!… quizá se halle muy necesitado el infatigable viajero. Llévese todo cuanto pueda serle útil, guíese por sus propias ideas. Haga lo que mejor le parezca; pero encuentre a Livingstone.
-¿Y ha reflexionado, caballero, los gastos que ocasiona este viaje?
-¿Cuánto piensa que costará?
-Burton y Speke gastaron de tres mil a cinco mil libras, y yo temo que se necesitarán al menos dos mil quinientas para emprender semejante expedición.
-¡Pues bien! voy a decirle lo que debe hacer: tome ahora mil libras; cuando estén gastadas gire una letra por otras mil, y luego una tercera, y así sucesivamente; pero encuentre a Livingstone.
-¿Debo ir directamente en su busca?
-No; primero asistirá a la inauguración del Canal de Suez, y desde allí reomntará el Nilo: he oído decir que Baker iba a marchar hacia el Alto Egipto, y por lo tanto convendrá que se informe lo mejor posible acerca de su expedición. [...] Terminada esta primera parte de su cometido, será bueno que vaya a Jerusalén, [...] Luegopasará a Constantinopla [...] Pasando por Crimea, visite lso campos de batalla, y diríjase enseguida al Cáucaso hasta el mar Caspio [...] Después se irá a la India, cruzando por Persia; en Persépolis podrá escribir una carta interesante. Bagdad está en su camino [...] Y cuando esté en la India se embarcará allí para reunirse con Livngstone. Y ahora, amigo mío, buenas noches; páselo bien, y que Dios lo bendiga.”
¿Es esto el comienzo de una novela? En realidad no, aunque se parezca mucho. Es el inicio del libro que Henry Stanley escribió sobre su más famoso viaje. Uno de los viajes más espectaculares que jamás se han emprendido y que le llevó por primera vez al interior de África, pasando por regiones que jamás había visto ningún “hombre blanco” y donde encontró, vivo, al Dr Livingstone.
Pero empecemos por el principio. El Dr Livingstone era un pastor protestante que quería, bienintencionadamente, llevar el cristianismo a los paganos africanos. Para ello buscaba una ruta de acceso al interior del continente que permitiera la llegada de misioneros.
Siguiendo este propósito ya había atravesado el desierto del Kalahari (en la actual Sudáfrica) demostrando que no era, como se pensaba, el extremo sur del desierto del Sahara y que no estaba desértico todo el centro del continente (así de desconocida era la geografía africana). Había explorado también el río Zambezee y había descubierto las Catarátas Victoria.
Estos viajes habían servido para darle la fama, pero no le habían permitido encontrar una ruta cómoda para acceder al interior del continente. Con esta intención viajó hacia el Tanganika.
Durante la segunda mitad del sXIX, el interior de África fue dejando de ser un enorme espacio en blanco y poco a poco los europeos fueron construyendo mapas del continente. En la imagen aparece un mapa a mitad del proceso.
Henry Stanley, como nos cuenta en su libro, se encontró con África de casualidad. Como buen periodista, nos cuenta con estilo ameno y entretenido los pormenores de sus desventuras y, hay que decirlo, no oculta su profundo sentimiento de superioridad racial sobre todo aquel que no es de raza europea.
Era su primer viaje al interior de África, y su inexperiencia le costó varios sinsabores. Después de varias semanas dando vueltas, en las que conoció el hambre, la fiebre, la ferocidad de las hormigas y las avispas africanas (nada que ver con las europeas), el ataque de los cocodrilos y los leones, la guerra e incluso una sublevación de sus portadores, por fin encontró a un anciano hombre blanco en un pueblo a orillas del Tanganika:
“Mientras avanzaba lentamente, pude observar su palidez y su aspecto de fatiga: llevaba un pantalón gris, un chaquetón rojo, y una orra azul con galoncillo de oro. Hubiera querido correr hacia él, pero me sentí cobarde ante aquella multitud; hubiera querido abrazarle, pero él era inglés, y yo ignoraba cómo me recibiría.
Hice, pues, lo que me inspiraron la cobardía y un falso orgullo; me acerqué deliberadamente, y dije descubriéndome:
-¿El Doctor Livngstone, supongo?
-Sí, caballero – contestó con benévola sonrisa, descubriéndose a su vez.
Entonces nos estrechamos las manos.”
Necesariamente debía ser el Doctor Livingstone. No había ningún hombre de raza europea a cientos de kilómetros de distancia. Sus reservas sobre como le recibiría el inglés, puede hoy sorprender, pero no debemos olvidar que no hacía mucho más de cincuenta años desde la última guerra entre el Imperio Británico y su antigua colonia. La gran hermandad que hoy une a ambos pueblos anglosajones proviene principalmente de la II Guerra Mundial.
Stanley encuentra a Livingstone en una situación límite. Enfermo y, tras haber sido robado, prácticamente reducido a la mendicidad. Para Livingstone, la llegada de Stanley fue interpretada como un regalo de Dios, es posible que no hubiera podido sobrevivir sin su ayuda. Con el auxilio del norteamericano, el pastor emprendió su exploración del Lago, hasta identificar (acertadamente) que el río Cazembé no era el Zambeze, como se creía hasta entonces, y llegaron a la conclusión (errónea) de que era un afluente del Nilo (en realidad es un afluente del Congo).
Entonces se separaron ambos viajeros. Stanley, tras cumplir su misión, regresaba a casa. Livingstone por su parte, partía con la intención de despejar el gran misterio que llevaba inquietando a los europeos desde hacía más de dos mil años, los orígenes del Nilo. Nunca lo lograría, moriría años después sin haber vuelto a casa pero tras realizar importantísimos descubrimientos.
Stanley regresaría más adelante a África. Pero con otra mentalidad menos noble. Él mismo lo deja entrever al final de su relato sobre la búsqueda de Livingstone: “Con una suma suficiente, toda África se exploraría sin dificultad, y hasta se conquistaría, se civilizaría; y la veríamos cubierta de hierro en todos los sentidos. [...]¿no está abierto para ustedes todo el mundo[...]?”
Sir Henry Morton Stanley
Cuando realizó su búsqueda de Livingstone, no hubo ningún hombre blanco que contara su actitud con respecto a sus subordinados. Y cuando encontró al doctor, él mismo cuenta que se contuvo en infinidad de ocasiones para no desagradar al pastor.
Pero en su siguiente viaje al Congo, Stanley regresó con varios europeos que hablaron después sobre su injustificada crueldad. Stanley maltrató brutalmente a los nativos, los asesinaba e incluso llegó a arrasar pueblos enteros. Eran unos tiempos muy racistas, en los que se daba por supuesto que los africanos eran gentes inferiores a los europeos, pero aún así el salvajismo de Stanley le hizo perder la gran reputación ganada por su expedición en busca de Livingstone.
En estas condiciones, el Rey de Bélgica, Leopoldo I, le puso al mando de una operación que daría como fruto una de las mayores infamias de la historia de Europa (tiene mérito).
Al frente de un ejército de mercenarios, Stanley sometió brutalmente las tierras que, aproximadamente, hoy corresponden con la República Democrática del Congo (antiguo Zaire), sometiendo a sus habitantes a la esclavitud y matando a miles de personas obligandolas a realizar trabajos forzados. Este territorio fue denominado “Estado Libre del Congo” y no pertenecía legalmente a Bélgica, sino que era oficialmente un estado independiente gobernado por el Rey de los belgas. De esta forma, Stanley y sus secuaces eran libres de sembrar el terror sin acojerse a la legislación belga que, entre otras cosas, prohibía la esclavitud.
El periodista correría más aventuras. Pero seguramente su “Dr Livingstone, supongo” sería la más conocida… y la conquista del Congo la más importante.
MÁS SOBRE EL ÁFRICA SUBSAHARIANA
Cuando Kango
Musa peregrinó a La Meca
El Rey Arturo de los Ashanti
Etiopía, un reino cristiano al sur del Islam
Cañon Berta
El Gran Berta (en alemán Dicke Bertha, literalmente Berta la gorda) es el nombre de un tipo de mortero de asedio —de 420 mm— desarrollado por las industrias Krupp en Alemania durante la Primera Guerra Mundial. Su designación oficial fue L/12 (cañón calibre 12 en longitud) 42 cm tipo M-Gerät 14 Kurze Marine-Kanone (cañón naval corto) nombre que pretendía camuflar el propósito real del arma.
Historia
Sólo dos ejemplares estaban disponibles al comienzo de la I Guerra Mundial, y se utilizaron para destruir los fuertes belgas en Lieja, Namur y Amberes y el fuerte francés de Maubeuge, así como otros fuertes en el norte de Francia. Bertha demostró ser muy eficaz contra antiguas construcciones como los fuertes belgas diseñados en la década de 1880 por Brialmont, destruyendo varios en pocos días. El éxito más espectacular fue con el fuerte belga Loncin, que explotó después de recibir un impacto directo en su polvorin. Sin embargo, el hormigón utilizado en los fuertes belgas era de mala calidad y consistía en sólo capas de hormigón sin ningún refuerzo de acero. El Gran Bertha se había ganado una sólida reputación en ambos lados de las líneas debido a sus primeros impresionantes éxitos al destrozar los fuertes en Lieja. La prensa alemana fue con entusiasmo declaró a Bertha un Wunderwaffe (arma maravillosa); pero, sin embargo, cuando se utilizó más tarde durante el asalto alemán en Verdún en febrero de 1916, resultó menos eficaz; la construcción más reciente de este fuerte con concreto reforzado con acero, en su mayoría podía resistir los grandes proyectiles semi-anti-blindaje de los Bertha. Sólo Fort Vaux fue severamente dañada durante este evento, destruyendo el almacenamiento de agua y conduciendo a la rendición de la fortaleza.
Es probable que un total de 12 Berthas fueron construidos durante la guerra, con hasta 20 tubos de cañón, aunque algunas fuentes afirman 18. Durante la contienda varios Bertha resultaron destruidos cuando sus tubos reventaron debido a municiones defectuosas. Más tarde durante la guerra un cañón de 30,5 cm L/30 fue desarrollado y equipado a un número de vagones de Bertha a fin de proporcionar mayor alcance, aunque no tan intenso poder de fuego. Estas armas fueron conocidas como los Schwere Kartaune o Beta-M-Gerät.
Historia
Este mortero de asedio fue diseñado principalmente por el director de diseño de Krupp, Professor Fritz Rausenberger, y por su predecesor, Director Dräger; fueron estos diseñadores quienes bautizaron el arma con el nombre de Dicke Bertha, por Bertha Krupp, heredera del imperio industrial Krupp. El nombre "Gran Berta" comenzó a ser utilizado erroneamente (aún hoy en día se les confunde) y genéricamente por los aliados en referencia a otras piezas de artillería pesada alemanas como la "Langer Max" y el "Cañón de París". Realmente, "Gran Berta" era solamente el apodo del modelo denominado en alemán "M-Gerät" (Aparato M [1] ), de 42 centímetros de calibre. Por tanto, este nombre no se ha de aplicar ni siquiera al modelo "Gamma-Gerät", antecedente directo de el Gran Berta.
Historia y desarrollo
El M-Gerät tuvo sus orígenes en las lecciones aprendidas por los alemanes y austriacos de la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905. Durante el sitio a la base naval rusa Port Arthur, los japoneses desmontaron algunos de los cañones costeros de gran calibre (280 mm) y los utilizaron para terminar rápidamente con el sitio debido a la potencia devastadora de estos obuses. Esto fue una completa novedad, ya que, hasta ese momento, había sido asumido por expertos militares que los más grandes cañones de asedio transportables podian ser de alrededor de 20 cm.
Durante los primeros años de 1900, por lo tanto, Krupp comenzó a desarrollar una serie de morteros y obuses móviles, que iban desde los calibres 28 cm a 30,5 cm.utlilizando la experiencia adquirida por Krupp con la construcción de morteros de defensa costera (Küstenmörser), tales como la versión Beta-Gerät de 30,5 cm, cuyo primer modelo fue introducido en 1897 (aunque otras naciones, incluyendo Gran Bretaña y los Estados Unidos, también construyeron armas similares). Una nueva versión del obús Beta-Gerät 30,5 cm, ampliamente superior al modelo de 1897, fue desarrollado en 1908, pero encontrando que deseaban mayor poder ofensivo, el APK (Artillerieprüfungskommission o ' Comité de pruebas de artillería) pidió a Krupp que construyera un cañón de mayor tamaño capaz de aplastar las fortificaciones modernas. Krupp primero investigó la posibilidad de construir un arma de 35 cm, pero en su lugar saltó a los 42 cm, siendo este el proyectill que podia llevar la gran carga destructora que requeria el APK.
El primer diseño de 42 cm fue el macizo L/16 (16 calibres de longitud)Gamma-Gerät, que era básicamente una versión de mayor escala de la Beta-Gerät. Inusualmente para Krupp, estas armas tanto la versión Beta y Gamma evitó el cerrojo habitual de cuña deslizante en favor de una recámara de tipo de tornillo, después práctica común en Gran Bretaña y Francia. El enorme Gamma fue lo que los alemanes llamada Bettungsgeschütz, o 'cañón de las camas', es decir, que fue montado sobre un carro estacionario que tenia que ser emplazado en una base de hormigon,y que tomaba varios días preparar. El monstruo pesaba 150 toneladas y tenia que ser transportado en secciones sobre diez vagones de ferrocarril (seis para el cañón en sí mismo y otros cuatro para las camas). Fue sin duda impresionante (lanzaba granadas de 1.160 kg), pero como puede fácilmente imaginarse, simplemente moverlo era una pesadilla logística.
En consecuencia, la APK pidió a Krupp obtener una versión más móvil y ordenó un cañón el 15 de julio de 1912. Incluso antes de su entrega (en diciembre de 1913), el APK y ordenó una segunda arma en febrero de 1913. El primer obús realizó una demostración ante el Kaiser Guillermo II en marzo de 1914 y el segundo fue entregado en junio de 1914.
El nuevo obús era un arma móvil montada sobre un carro de tipo de campo de dos ruedas macizas de construcción convencional. En comparación con el anterior Gamma-Gerät debe considerarse un arma completamente diferente. El cañón era más corto que el del Gamma (4 calibres de longitud) y volvió a la recámara de cuña deslizante convencional de Krupp. Con paredes más delgadas, el cañón era de construcción mas ligera que de Gamma y, como tal, disparaba proyectiles también más ligeros de alrededor de 830 kg. Completamente montado pesaba 43 toneladas y no tenía que ser emplazado en concreto. Se desarrollaron esteras especiales de acero, que se desarrollaron, para impulsar las ruedas, con un arco de regulaciones de acero en la parte trasera del transporte que permitía recorridos limitados (este arco de regulaciones estaba equipado con una masiva pala tipo reja de arado que fue enterrada en el suelo ayudaba a anclar el arma). Para evitar que el arma rodara hacia abajo en caminos embarrados, las ruedas estaban equipadas con Radgürteln, bandas de pedrail con los pies que repartir la carga. Krupp y Daimler desarrollaron un tractor para el Bertha, aunque también tractores Podeus fueron utilizados para remolcar los cañones, que se dividian en cinco cargas cuando se trasportaban por carretera.
Durante los primeros años de 1900, por lo tanto, Krupp comenzó a desarrollar una serie de morteros y obuses móviles, que iban desde los calibres 28 cm a 30,5 cm.utlilizando la experiencia adquirida por Krupp con la construcción de morteros de defensa costera (Küstenmörser), tales como la versión Beta-Gerät de 30,5 cm, cuyo primer modelo fue introducido en 1897 (aunque otras naciones, incluyendo Gran Bretaña y los Estados Unidos, también construyeron armas similares). Una nueva versión del obús Beta-Gerät 30,5 cm, ampliamente superior al modelo de 1897, fue desarrollado en 1908, pero encontrando que deseaban mayor poder ofensivo, el APK (Artillerieprüfungskommission o ' Comité de pruebas de artillería) pidió a Krupp que construyera un cañón de mayor tamaño capaz de aplastar las fortificaciones modernas. Krupp primero investigó la posibilidad de construir un arma de 35 cm, pero en su lugar saltó a los 42 cm, siendo este el proyectill que podia llevar la gran carga destructora que requeria el APK.
El primer diseño de 42 cm fue el macizo L/16 (16 calibres de longitud)Gamma-Gerät, que era básicamente una versión de mayor escala de la Beta-Gerät. Inusualmente para Krupp, estas armas tanto la versión Beta y Gamma evitó el cerrojo habitual de cuña deslizante en favor de una recámara de tipo de tornillo, después práctica común en Gran Bretaña y Francia. El enorme Gamma fue lo que los alemanes llamada Bettungsgeschütz, o 'cañón de las camas', es decir, que fue montado sobre un carro estacionario que tenia que ser emplazado en una base de hormigon,y que tomaba varios días preparar. El monstruo pesaba 150 toneladas y tenia que ser transportado en secciones sobre diez vagones de ferrocarril (seis para el cañón en sí mismo y otros cuatro para las camas). Fue sin duda impresionante (lanzaba granadas de 1.160 kg), pero como puede fácilmente imaginarse, simplemente moverlo era una pesadilla logística.
En consecuencia, la APK pidió a Krupp obtener una versión más móvil y ordenó un cañón el 15 de julio de 1912. Incluso antes de su entrega (en diciembre de 1913), el APK y ordenó una segunda arma en febrero de 1913. El primer obús realizó una demostración ante el Kaiser Guillermo II en marzo de 1914 y el segundo fue entregado en junio de 1914.
El nuevo obús era un arma móvil montada sobre un carro de tipo de campo de dos ruedas macizas de construcción convencional. En comparación con el anterior Gamma-Gerät debe considerarse un arma completamente diferente. El cañón era más corto que el del Gamma (4 calibres de longitud) y volvió a la recámara de cuña deslizante convencional de Krupp. Con paredes más delgadas, el cañón era de construcción mas ligera que de Gamma y, como tal, disparaba proyectiles también más ligeros de alrededor de 830 kg. Completamente montado pesaba 43 toneladas y no tenía que ser emplazado en concreto. Se desarrollaron esteras especiales de acero, que se desarrollaron, para impulsar las ruedas, con un arco de regulaciones de acero en la parte trasera del transporte que permitía recorridos limitados (este arco de regulaciones estaba equipado con una masiva pala tipo reja de arado que fue enterrada en el suelo ayudaba a anclar el arma). Para evitar que el arma rodara hacia abajo en caminos embarrados, las ruedas estaban equipadas con Radgürteln, bandas de pedrail con los pies que repartir la carga. Krupp y Daimler desarrollaron un tractor para el Bertha, aunque también tractores Podeus fueron utilizados para remolcar los cañones, que se dividian en cinco cargas cuando se trasportaban por carretera.
Historial de servicio
Sólo dos ejemplares estaban disponibles al comienzo de la I Guerra Mundial, y se utilizaron para destruir los fuertes belgas en Lieja, Namur y Amberes y el fuerte francés de Maubeuge, así como otros fuertes en el norte de Francia. Bertha demostró ser muy eficaz contra antiguas construcciones como los fuertes belgas diseñados en la década de 1880 por Brialmont, destruyendo varios en pocos días. El éxito más espectacular fue con el fuerte belga Loncin, que explotó después de recibir un impacto directo en su polvorin. Sin embargo, el hormigón utilizado en los fuertes belgas era de mala calidad y consistía en sólo capas de hormigón sin ningún refuerzo de acero. El Gran Bertha se había ganado una sólida reputación en ambos lados de las líneas debido a sus primeros impresionantes éxitos al destrozar los fuertes en Lieja. La prensa alemana fue con entusiasmo declaró a Bertha un Wunderwaffe (arma maravillosa); pero, sin embargo, cuando se utilizó más tarde durante el asalto alemán en Verdún en febrero de 1916, resultó menos eficaz; la construcción más reciente de este fuerte con concreto reforzado con acero, en su mayoría podía resistir los grandes proyectiles semi-anti-blindaje de los Bertha. Sólo Fort Vaux fue severamente dañada durante este evento, destruyendo el almacenamiento de agua y conduciendo a la rendición de la fortaleza.
Es probable que un total de 12 Berthas fueron construidos durante la guerra, con hasta 20 tubos de cañón, aunque algunas fuentes afirman 18. Durante la contienda varios Bertha resultaron destruidos cuando sus tubos reventaron debido a municiones defectuosas. Más tarde durante la guerra un cañón de 30,5 cm L/30 fue desarrollado y equipado a un número de vagones de Bertha a fin de proporcionar mayor alcance, aunque no tan intenso poder de fuego. Estas armas fueron conocidas como los Schwere Kartaune o Beta-M-Gerät.
Gripe Española
Mortalidad por semana en París, Berlín, Londres y Nueva York. El pico es atribuible a la gripe.
Mortalidad por edades de las epidemias de gripe normales de 1911 a 1917 (línea de rayas) y de la epidemia de 1918 (línea continua). El pico central muestra la peculiar mortalidad de 1918 entre jovenes y adultos.La gripe española (también conocida como la Gran pandemia de gripe, la Epidemia de gripe de 1918 o La gran gripe) fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad, causado por un brote de Influenza virus A del subtipo H1N1 que mató entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919.Se cree que ha sido una de las más letales pandemias en la historia de la humanidad. Muchas de sus víctimas fueron adultos y jóvenes saludables, a diferencia de otras epidemias de gripe que afectan a niños, ancianos o personas débiles.
La enfermedad se observó por primera vez en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos el 11 de marzo de 1918. Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el Condado de Haskell, Kansas en enero de 1918.Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto del mundo, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Los científicos han empleado muestras de tejido de víctimas congeladas para reproducir el virus para su estudio.Dada la extrema virulencia del brote y la posibilidad de escape accidental (o liberación intencionada) de la cuarentena, hay cierta controversia respecto a las bondades de estas investigaciones. Una de las conclusiones de la investigación fue que el virus mata a causa de una tormenta de citocinas, lo que explica su naturaleza extremadamente grave y el poco común perfil de edad de las víctimas.
Mortalidad por edades de las epidemias de gripe normales de 1911 a 1917 (línea de rayas) y de la epidemia de 1918 (línea continua). El pico central muestra la peculiar mortalidad de 1918 entre jovenes y adultos.La gripe española (también conocida como la Gran pandemia de gripe, la Epidemia de gripe de 1918 o La gran gripe) fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad, causado por un brote de Influenza virus A del subtipo H1N1 que mató entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919.Se cree que ha sido una de las más letales pandemias en la historia de la humanidad. Muchas de sus víctimas fueron adultos y jóvenes saludables, a diferencia de otras epidemias de gripe que afectan a niños, ancianos o personas débiles.
La enfermedad se observó por primera vez en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos el 11 de marzo de 1918. Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el Condado de Haskell, Kansas en enero de 1918.Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto del mundo, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Los científicos han empleado muestras de tejido de víctimas congeladas para reproducir el virus para su estudio.Dada la extrema virulencia del brote y la posibilidad de escape accidental (o liberación intencionada) de la cuarentena, hay cierta controversia respecto a las bondades de estas investigaciones. Una de las conclusiones de la investigación fue que el virus mata a causa de una tormenta de citocinas, lo que explica su naturaleza extremadamente grave y el poco común perfil de edad de las víctimas.
Bandera de la India
La bandera de la India, también conocida como tiranga (तिरंगा en hindi) que significa tricolor, está compuesta por tres franjas horizontales con las mismas dimensiones, de color naranja la superior, blanco la central y verde la inferior.
Bandera de la India a ratio. En el centro tiene una rueda azul marino con veinticuatro picos, conocida como ashoka chakrá, tomada de la columna Ashoka (en Sarnath). El diámetro de este chakrá es tres cuartas partes de la altura de la franja blanca. La proporción entre la altura de la bandera contra su ancho es 2:3.La bandera es también el estandarte del ejército indio, colocado diariamente en las instalaciones militares. La bandera nacional de la India fue adoptada en su forma actual durante una reunión ad hoc de la Asamblea Constituyente celebrada el 22 de julio de 1947, pocos días antes de la independencia de los británicos el 15 de agosto. Ha servido como bandera nacional del Dominio de India entre el 15 de agosto de 1947 y el 26 de enero de 1950 y de la República de India de ahí en adelante.
En India, el término "tricolor" (tri rangā, en hindi) se refiere prácticamente en todo momento a la bandera nacional. El color azafrán significa el coraje, el sacrificio y el espíritu de renuncia, el blanco la pureza y la verdad, y el verde la fe y la fertilidad. La rueda representa el carácter dinámico de un cambio pacífico, realizado de forma progresiva.
Debe destacarse que el color que se usa actualmente en la parte alta en todas sus formas -incluyendo esta página- es resplandor naranja o calabaza en vez de azafrán o más tonalidades más oscuras de este, como el goldenrod o el goldenrod oscuro.
El diseño de la bandera fue realizado por Pingali Venkayya.Las especificaciones de la bandera requieren que la bandera sea hecha solamente de khadi, un tipo especial de estambre tejido a mano. El uso y la muestra de la bandera son estrictamente regulados por el Código Indio de la Bandera.
Bandera de la India a ratio. En el centro tiene una rueda azul marino con veinticuatro picos, conocida como ashoka chakrá, tomada de la columna Ashoka (en Sarnath). El diámetro de este chakrá es tres cuartas partes de la altura de la franja blanca. La proporción entre la altura de la bandera contra su ancho es 2:3.La bandera es también el estandarte del ejército indio, colocado diariamente en las instalaciones militares. La bandera nacional de la India fue adoptada en su forma actual durante una reunión ad hoc de la Asamblea Constituyente celebrada el 22 de julio de 1947, pocos días antes de la independencia de los británicos el 15 de agosto. Ha servido como bandera nacional del Dominio de India entre el 15 de agosto de 1947 y el 26 de enero de 1950 y de la República de India de ahí en adelante.
En India, el término "tricolor" (tri rangā, en hindi) se refiere prácticamente en todo momento a la bandera nacional. El color azafrán significa el coraje, el sacrificio y el espíritu de renuncia, el blanco la pureza y la verdad, y el verde la fe y la fertilidad. La rueda representa el carácter dinámico de un cambio pacífico, realizado de forma progresiva.
Debe destacarse que el color que se usa actualmente en la parte alta en todas sus formas -incluyendo esta página- es resplandor naranja o calabaza en vez de azafrán o más tonalidades más oscuras de este, como el goldenrod o el goldenrod oscuro.
El diseño de la bandera fue realizado por Pingali Venkayya.Las especificaciones de la bandera requieren que la bandera sea hecha solamente de khadi, un tipo especial de estambre tejido a mano. El uso y la muestra de la bandera son estrictamente regulados por el Código Indio de la Bandera.
Polo Sur
Los perros de Amundsen en el Polo Sur fueron los perros esquimales que se convirtieron en uno de los factores principales que posibilitaron el viaje de ida y vuelta al Polo Sur del explorador noruego Roald Amundsen (Borge, Noruega, 16 de julio de 1872 - Mar de Barents, 18 de junio de 1928) que organizó y dirigió la expedición que trasladada en 1910 en el barco Fram desde Noruega hasta la placa de hielo Ross en la Antártida, invernó sobre ella y al año siguiente, el día 15 de diciembre de 1911, fue la primera que logró llegar al Polo Sur. Para alcanzar esta meta se basó en que los expedicionarios eran todos excelentes esquiadores y que para el transporte en trineos de los enseres y de los alimentos empleó perros esquimales.
Había leído los relatos de Scott y Shackleton sobre sus intentos de alcanzar este polo, por lo que conocía la característica del territorio que era necesario recorrer para llegar hasta él y que se componía de tres fases muy diferenciadas al estar conformado por la placa de hielo de Ross con sus grietas cubiertas de frágiles puentes de nieve, una cadena montañosa que era preciso remontar por alguno de sus glaciares rotos por las grietas y en los que sobresalían enormes rocas, unas ancladas en la corteza terrestre, otras, sueltas e inestables, y el altiplano cubierto de nieve que llevaba al Polo Sur.
Roald Amundsen.Tanto Scott como Shackleton habían empleado perros y ponis manchurianos para tirar de los trineos cuando atravesaron la placa de Ross. Amundsen conocía muy bien las características de los perros esquimales y se extrañaba de que Scott los considerara inferiores a los ponis manchurianos para moverse sobre una placa de hielo. No se explicaba la mala experiencia que había tenido el expedicionario inglés con sus perros y que sólo podía deberse a que los perros no entendieron a su amo o era el amo el que no entendía a los perros. Entre amo y perro es preciso que desde el primer momento se llegue a un correcto entendimiento. El animal tiene que comprender que tiene que obedecer inevitablemente, imponiéndole el amo su poder. Si esta relación ha tenido lugar, el perro estará en condiciones, superiores a otros animales de tiro, para recorrer grandes distancias sobre el hielo.
Amundsen consideró que únicamente era posible llegar al Polo Sur con éxito si se empleaban perros esquimales. Las tres ventajes principales en las que basaba su empleo eran que éstos, debido a su menor peso, pueden pasar mejor sobre los puentes de nieve formados sobre las grietas que había en el hielo y si el puente se hunde y cae el perro, no ocurre una desgracia, puesto que se le agarra de la nuca y ya está otra vez sobre el hielo firme. La segunda gran ventaja es que el perro puede ser alimentado con carne de perro, con lo que se puede disminuir notablemente la provisión de alimentos para estos animales. Según se avanza, el peso que se arrastra con los trineos va disminuyendo por la comida consumida tanto por los hombres como por los perros, al igual que se reduce el del petróleo utilizado. Por ello se puede prescindir durante la marcha de algunos perros y sacrificando los menos buenos, se alimenta con ellos a los demás. El recibir los perros de vez en cuando carne fresca, fue lo que hizo que pudiesen realizar el esfuerzo que se les exigió durante el viaje al Polo Sur. Y la tercera, la más importante, era que una vez recorrida la placa de Ross y llegados a las montañas que precisaban ser remontadas por un glaciar, a los perros, aunque con gran dificultad, les resultaría posible seguir tirando de los trineos si éstos eran aligerados de peso y los hombres les ayudaban a arrastrarlos, y una vez superado este tramo, habiendo alcanzado la superficie del altiplano cubierto de nieve, estarían capacitados para conducirles rápidamente a la meta.
Había leído los relatos de Scott y Shackleton sobre sus intentos de alcanzar este polo, por lo que conocía la característica del territorio que era necesario recorrer para llegar hasta él y que se componía de tres fases muy diferenciadas al estar conformado por la placa de hielo de Ross con sus grietas cubiertas de frágiles puentes de nieve, una cadena montañosa que era preciso remontar por alguno de sus glaciares rotos por las grietas y en los que sobresalían enormes rocas, unas ancladas en la corteza terrestre, otras, sueltas e inestables, y el altiplano cubierto de nieve que llevaba al Polo Sur.
Roald Amundsen.Tanto Scott como Shackleton habían empleado perros y ponis manchurianos para tirar de los trineos cuando atravesaron la placa de Ross. Amundsen conocía muy bien las características de los perros esquimales y se extrañaba de que Scott los considerara inferiores a los ponis manchurianos para moverse sobre una placa de hielo. No se explicaba la mala experiencia que había tenido el expedicionario inglés con sus perros y que sólo podía deberse a que los perros no entendieron a su amo o era el amo el que no entendía a los perros. Entre amo y perro es preciso que desde el primer momento se llegue a un correcto entendimiento. El animal tiene que comprender que tiene que obedecer inevitablemente, imponiéndole el amo su poder. Si esta relación ha tenido lugar, el perro estará en condiciones, superiores a otros animales de tiro, para recorrer grandes distancias sobre el hielo.
Amundsen consideró que únicamente era posible llegar al Polo Sur con éxito si se empleaban perros esquimales. Las tres ventajes principales en las que basaba su empleo eran que éstos, debido a su menor peso, pueden pasar mejor sobre los puentes de nieve formados sobre las grietas que había en el hielo y si el puente se hunde y cae el perro, no ocurre una desgracia, puesto que se le agarra de la nuca y ya está otra vez sobre el hielo firme. La segunda gran ventaja es que el perro puede ser alimentado con carne de perro, con lo que se puede disminuir notablemente la provisión de alimentos para estos animales. Según se avanza, el peso que se arrastra con los trineos va disminuyendo por la comida consumida tanto por los hombres como por los perros, al igual que se reduce el del petróleo utilizado. Por ello se puede prescindir durante la marcha de algunos perros y sacrificando los menos buenos, se alimenta con ellos a los demás. El recibir los perros de vez en cuando carne fresca, fue lo que hizo que pudiesen realizar el esfuerzo que se les exigió durante el viaje al Polo Sur. Y la tercera, la más importante, era que una vez recorrida la placa de Ross y llegados a las montañas que precisaban ser remontadas por un glaciar, a los perros, aunque con gran dificultad, les resultaría posible seguir tirando de los trineos si éstos eran aligerados de peso y los hombres les ayudaban a arrastrarlos, y una vez superado este tramo, habiendo alcanzado la superficie del altiplano cubierto de nieve, estarían capacitados para conducirles rápidamente a la meta.
jueves, 13 de enero de 2011
Plaza de La Glorieta
General Castaño
Francisco Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide, duque de Bailén (Madrid, 22 de abril de 1758 – id., 24 de septiembre de 1852), fue un militar y político español que sobresalió durante las Guerras Revolucionarias Francesas y la Guerra de la Independencia Española. Fue presidente del Consejo de Regencia entre 1810 y 1813 de la España libre de los franceses.
A los 10 años de edad recibió el grado de capitán de infantería, que el rey Carlos III le concedía en atención a los méritos de su padre. Pasó a estudiar, como oficial de corta edad, al Seminario de Nobles, formación que completaría después en la Academia de Barcelona.
A los 16 años es destinado al Regimiento de Saboya, en Cádiz, comenzando así su larga vida militar. A los 24 años asciende a sargento mayor (comandante), a los 26 a teniente coronel y a los 31 a coronel graduado.
Al ascender a coronel le fue confiado el mando del regimiento de África, con el que en 1793 prestó sus servicios en la guerra que el rey Carlos IV declaró a la Francia republicana y por los que obtuvo el ascenso a brigadier, en 1794, y después al de mariscal de campo, en 1795. En 1802 fue ascendido a teniente general por la defensa del puerto del Ferrol contra los ingleses, siendo, asimismo, nombrado para el mando de la comandancia del Campo de Gibraltar, cuya sede traslada desde San Roque hasta Algeciras.
En 1808, comenzada la Guerra de la Independencia, recibe de la Junta Suprema de Sevilla, presidida por Francisco Saavedra, el encargo de formar un ejército en Andalucía, siendo nombrado capitán general. Tras la victoria de la Batalla de Bailén e instaurada la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, es designado para el mando del ejército del Centro.
El 23 de noviembre de 1808 participó en la Batalla de Tudela, que perdió a causa de falta de medios y no ser capitán general (otros generales le discutían las órdenes, Palafox, por ejemplo).
En el reinado de Fernando VII, se mantuvo fiel a la causa absolutista, lo que le valió la confianza del monarca y la designación para algunos cargos; participó como Capitán General de Cataluña en ese momento en la incoación y revisión de expedientes penales que desembocaron en la ejecución, en 1817, del teniente general Luis Lacy y Gautier, liberal constitucionalista sublevado y anteriormente más bien breve Capitán General de Cataluña también, junto al fugado Francisco Milans del Bosch, (San Vicente de Montalt, 1769- id., 1834).
Fue elegido en 1825 para presidir la Real Junta Consultiva de Gobierno, órgano encargado de proponer diversas mejoras admnistrativas.
Rendición de Bailén, por José Casado del Alisal. Museo del Prado, MadridDespués de recibir en su dilatada vida los más altos honores, títulos y nombramientos del Reino, fallece en Madrid el 24 de septiembre de 1852, a los 96 años de edad, y en la más absoluta penuria económica.
Enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid hasta 1963, año en el que sus restos mortales son trasladados solemnemente a Bailén y depositados en la Iglesia Parroquial de la Encarnación con su mausoleo original. El general Castaños descansa en esta ciudad junto a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, de la que era muy devoto y a la que donó sus condecoraciones militares en 1823.
A los 10 años de edad recibió el grado de capitán de infantería, que el rey Carlos III le concedía en atención a los méritos de su padre. Pasó a estudiar, como oficial de corta edad, al Seminario de Nobles, formación que completaría después en la Academia de Barcelona.
A los 16 años es destinado al Regimiento de Saboya, en Cádiz, comenzando así su larga vida militar. A los 24 años asciende a sargento mayor (comandante), a los 26 a teniente coronel y a los 31 a coronel graduado.
Al ascender a coronel le fue confiado el mando del regimiento de África, con el que en 1793 prestó sus servicios en la guerra que el rey Carlos IV declaró a la Francia republicana y por los que obtuvo el ascenso a brigadier, en 1794, y después al de mariscal de campo, en 1795. En 1802 fue ascendido a teniente general por la defensa del puerto del Ferrol contra los ingleses, siendo, asimismo, nombrado para el mando de la comandancia del Campo de Gibraltar, cuya sede traslada desde San Roque hasta Algeciras.
En 1808, comenzada la Guerra de la Independencia, recibe de la Junta Suprema de Sevilla, presidida por Francisco Saavedra, el encargo de formar un ejército en Andalucía, siendo nombrado capitán general. Tras la victoria de la Batalla de Bailén e instaurada la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, es designado para el mando del ejército del Centro.
El 23 de noviembre de 1808 participó en la Batalla de Tudela, que perdió a causa de falta de medios y no ser capitán general (otros generales le discutían las órdenes, Palafox, por ejemplo).
En el reinado de Fernando VII, se mantuvo fiel a la causa absolutista, lo que le valió la confianza del monarca y la designación para algunos cargos; participó como Capitán General de Cataluña en ese momento en la incoación y revisión de expedientes penales que desembocaron en la ejecución, en 1817, del teniente general Luis Lacy y Gautier, liberal constitucionalista sublevado y anteriormente más bien breve Capitán General de Cataluña también, junto al fugado Francisco Milans del Bosch, (San Vicente de Montalt, 1769- id., 1834).
Fue elegido en 1825 para presidir la Real Junta Consultiva de Gobierno, órgano encargado de proponer diversas mejoras admnistrativas.
Rendición de Bailén, por José Casado del Alisal. Museo del Prado, MadridDespués de recibir en su dilatada vida los más altos honores, títulos y nombramientos del Reino, fallece en Madrid el 24 de septiembre de 1852, a los 96 años de edad, y en la más absoluta penuria económica.
Enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid hasta 1963, año en el que sus restos mortales son trasladados solemnemente a Bailén y depositados en la Iglesia Parroquial de la Encarnación con su mausoleo original. El general Castaños descansa en esta ciudad junto a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, de la que era muy devoto y a la que donó sus condecoraciones militares en 1823.
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